Kama Sutra
El arte de amar
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Hace más de dos mil años, en la India, un hombre llamado Nandim escribió
unos "versos al amor" en 1.000 capítulos. Fue resumido, interpretado y
abreviado por varios autores, pero el que ha llegado hasta nuestros días
es de Mallanaga Vatsyayana, autor del Kama Sutra que hoy se conoce.
Kama es el Dios hindú del amor, Sutra es verso. Existen otros libros de
tradición hindú que hablan del placer sexual, como el Ananga Ranga,
escrito por Kalyana Malla. Es una obra escrita en otra época distinta
del Kama Sutra, en la que existían muchas más restricciones respecto al
sexo. Por eso, se trata de un libro lleno de normas sobre dónde, cómo o
qué hacer en una relación sexual, aunque el contenido final es muy
similar al Kama Sutra. El Jardín Perfumado, de Sheikh Nefzawi, proviene
del mundo árabe y se distingue del resto en que incorpora un fino
sentido del humor, algo muy pocas veces utilizado para referirse al
sexo.
Poco se sabe de Vatsyayana, el autor del Kama Sutra; sólo que nació en
el sudeste de la India alrededor del siglo III de nuestra era y que,
basándose principalmente en los escritos de Nandim y en sus propias
experiencias y reflexiones, escribió el Kama Sutra, un libro dedicado a
los ciudadanos acomodados de la sociedad hindú para instruirlos en las
artes amatorias y que se ha convertido en una crónica de las costumbres
de su época.
Lo que menos se puede encontrar en el Kama Sutra es pornografía, pues es
un libro escrito con seriedad y rigor casi científico, ya que
Vatsyayana comienza por estudiar las características de hombres y
mujeres a los que clasifica por especies, como si de un tratado de
biología se tratara. Además, el autor trata también de los aspectos
externos de una relación, por ejemplo cómo elegir una esposa, las
virtudes de las cortesanas, etc. Nada tiene que ver con los kamasutras
occidentales pornográficos que han sido reducidos a sólo la manera de
aparearse.
Dartha, Artha, Kama
Vatsyayana comienza el Kama Sutra indicando a los lectores cómo alcanzar
el estado perfecto, que es lo mismo que la paz interior, para lo cual
se necesita la obtención de las tres cualidades superiores del "Dartha,
Artha y Kama". El Dartha para los hindúes es aquello que se refiere al
alma, a los sacrificios y méritos religiosos, es por lo que tiene que
pasar el ser humano para alcanzar su superación.
El Artha es la propiedad terrenal, la consecución de bienes materiales
que producen alegría, como, por ejemplo, la riqueza espiritual. El Kama,
por último, es la satisfacción erótica, la posesión del amor y su
disfrute.
El Kama Sutra es, por lo tanto, una obra destinada a la realización del
Kama o placer. Para esto, dice Vatsyayana, es necesaria la participación
de todos los sentidos, tacto, visión, gusto, oído y olfato con la
comunión del espíritu, es decir, la unión de cuerpo y alma al completo
para que la realización del acto sexual sea perfecta.
El legado Hindú
En una primera lectura el Kama Sutra puede parecer muy lejano a las
costumbres occidentales, con sus imágenes llenas de símbolos, sus
costumbres diferentes, sus elogios al amor como sentimiento sublime; sin
embargo, se puede calificar como un tratado de sexología moderna y en
muchos aspectos se anticipa a las teorías que revolucionaron el estudio
del sexo. En el Kama Sutra se dice que tanto para la total superación
del alma como para el goce de los placeres terrenales es necesaria,
también, una satisfacción sexual o el Kama. Si no existe esta conexión
de los tres estados, el ser humano se siente lleno de frustraciones que
afectan a su personalidad. Cientos de años después el psicólogo Sigmund
Freud vino a decir prácticamente lo mismo, la conexión que existe entre
la mayoría de los traumas o complejos y una represión de tipo sexual.
Por eso, en el Kama Sutra no se encuentra pornografía, pero sí una forma
de disfrutar de la sexualidad plenamente, sin tabúes ni restricciones
ni represiones ni libertinaje.
A la mujer, en cambio, históricamente le ha estado prohibido llevar la
iniciativa en cualquier relación sexual, obligada a ir siempre a
remolque de lo que el hombre dictara, aunque ello le impidiera disfrutar
plenamente. En términos sexuales, la mujer tiene un proceso de
excitación más lento, con lo cual es importante que ella guíe al hombre
señalándole lo que le agrada o le desagrada, haciendo la relación más
satisfactoria. De esta forma, la relación se hace "con" el otro, y no "a
pesar" del otro. Un hombre no es hombre hasta que una mujer tántrica,
una Devi le haya enseñado a comportarse ante una mujer, sin
posesividades, ni manipulaciones, ni prisas en la cama,... Y una Devi no
es Devi hasta que un maestro la haya iniciado y enseñado.
Aplicación al hombre
El Kama Sutra distingue tres tipos de hombres y mujeres según el tamaño
de sus órganos sexuales. Las medidas, descritas en dedos, corresponden a
las medidas utilizadas en los tiempos en los que se escribieron estos
libros. Además del tamaño de los órganos sexuales se desprenden algunas
características físicas y de la personalidad de los hombres y mujeres.
Esto no intenta ser un estudio de psicología a través del tamaño del
pene o de la vagina, sino que, más bien, debe ser considerado como uno
de los primeros estudios de sexología, que por mucho tiempo resultaron
ser los únicos.
Tal como se indica en el Kama Sutra, el hombre se divide en
Hombre-liebre, Hombre-toro, y el Hombre-caballo, dependiendo de la
dimensión de su "lingam" o pene.
El Hombre-liebre posee un "lingam" que en erección sobrepasa los seis
dedos. De él se dice que es un hombre bajo, pero de cuerpo
proporcionado. Sus manos, rodillas, pies y muslos son pequeños. Tiene la
cara redonda, los dientes pequeños y finos, el cabello sedoso y sus
ojos son grandes y bien abiertos. Posee un carácter tranquilo, practica
el bien como virtud y ambiciona la fama, aunque su apariencia es
humilde. Se muestra parco en el comer y es moderado en sus deseos
carnales.
El Hombre-toro posee un "lingam" de nueve dedos de longitud en erección.
Su cuerpo es robusto y recio, de pecho amplio, vientre duro. Posee una
frente ancha y unos ojos grandes. Su temperamento es violento, inquieto e
irascible.
El Hombre-caballo tiene un "lingam" de doce dedos de longitud en
erección. Es un hombre alto, pero no obeso. Prefiere las mujeres
robustas y grandes. Posee un cuerpo duro, el pecho ancho y musculoso.
Sus dientes, cuello y orejas son largas, al igual que sus manos y dedos.
Su pelo es grueso, la mirada fija y dura y tiene una voz profunda. Su
espíritu es audaz, pasional, ambicioso, perezoso y dormilón.
Aplicación a la mujer
Las mujeres a su vez se dividen en Mujer-cierva, Mujer-yegua y
Mujer-elefanta, según la profundidad de su "yoni" o vagina.
La Mujer-cierva tiene un "yoni" de seis dedos de profundidad. Su cuerpo
es delicado, de aspecto infantil, suave y tierno. La cabeza es pequeña y
bien proporcionada, su busto es erguido, el vientre delgado, mientras
que los muslos son carnosos. Los brazos son grandes y redondeados. Tiene
el cabello grueso y crespo, los ojos negros, las mejillas y orejas
grandes. Su temperamento es afectuoso y su mente activa, aunque, en
ocasiones, se muestra celosa.
La Mujer-yegua presenta un "yoni" de nueve dedos de profundidad. Su
cuerpo es delicado, pero de brazos gruesos. Sus senos y caderas son
anchos. Camina con gracia, le gusta dormir y la buena mesa. Se muestra
afectuosa con su compañero.
La Mujer-elefanta alcanza los doce dedos de profundidad. Posee unos
grandes senos. Su nariz y sus orejas son largas y gruesas. Tiene las
mejillas y los labios muy carnosos. El pelo es muy fuerte y negro. Sus
pies, manos y brazos son cortos y redondeados. A este tipo de mujer le
cuesta conseguir un orgasmo, por lo que sus coitos deben ser largos y
lentos.
Tipos de uniones sexuales
Una vez que se han descrito las diferentes clases de hombres y mujeres,
el Kama Sutra intenta ahora determinar los tipos de uniones sexuales.
Para esto, se consideran tres variables, que son, las dimensiones de los
órganos sexuales, la duración del coito y la fuerza de la pasión.
Nuevamente nos encontramos con una clasificación que hoy en día sería
imposible de mantener, pero que, sin embargo, no deja de ser un intento
por descubrir la sexualidad en el ser humano.
La unión sexual según las dimensiones de los órganos sexuales
De las tres clases de mujeres y hombres se desprende que existen tres
tipos de uniones iguales entre personas de dimensiones que se
corresponden. Estas son las uniones sexuales del Hombre-liebre con la
Mujer-cierva, donde ambos poseen unas dimensiones de sus órganos
relativamente pequeñas; la unión del Hombre-toro con la Mujer-yegua, que
tienen dimensiones medianas; y el Hombre-caballo con la Mujer-elefante
en la que ambos poseen órganos genitales de mayor tamaño.
Según el Kama Sutra este tipo de uniones son las que más satisfacen a la
pareja, puesto que sus órganos sexuales se acoplan y complementan
perfectamente y deben acostarse de "forma normal". Cuando las
dimensiones de los órganos sexuales son diferentes, bien porque las del
hombre sean superiores a las de la mujer o las de esta sean mayores, la
unión es desigual. En el caso de que un hombre posea un lingam superior
en tamaño al yoni de la mujer, se denomina unión alta o muy alta. Para
que la cópula no sea difícil y la mujer no quede insatisfecha Vatsyayana
aconseja que al acostarse utilicen posiciones donde el yoni de la mujer
quede ensanchado.
Si ocurre que la vagina de la mujer es demasiado profunda en comparación
con el lingam del hombre, la unión sexual tampoco será confortable;
para estos casos en el Kama Sutra se recomienda que se adopten las
posturas donde el yoni de la mujer quede contraído.
La unión sexual según la duración del coito
Según esta distinción de las clases de amar, el Kama Sutra explica que
existen tres categorías de hombres y mujeres de acuerdo con el tiempo
que tardan en realizar el coito. En la primera división se encuentran
los hombres y mujeres que emplean poco tiempo; otra se refiere a los
hombres y mujeres que necesitan un tiempo moderado; y la tercera, en la
que los hombres y mujeres precisan de largo tiempo para realizar el acto
sexual.
Vatsyayana dice que en la primera unión sexual la duración del coito es
menor, pero que en las sucesivas uniones ambos emplearán más tiempo en
la cópula para saciar completamente su placer.
La unión sexual según la fuerza de la pasión
El Kama Sutra divide tanto a hombres como a mujeres en tres categorías
de acuerdo con la fuerza de la pasión en el momento de realizar el acto
sexual. Un hombre es de pasión pequeña cuando su deseo en el momento
sexual no es vivo, su esperma es poco abundante y no puede soportar los
abrazos de su compañera. La mujer que posee una pasión pequeña encuentra
escasa satisfacción a la hora de amar y continuamente está rechazando
los deseos de su compañero. A los hombres y mujeres que tienen mejor
temperamento los llama de pasión mediana, y son los que más gozan con el
acto sexual. En la tercera categoría se encuentran los hombres y
mujeres que gozan de una pasión intensa, con un gran apetito sexual y
ambos buscan constantemente el placer carnal.
Pero Vatsyayana asegura que la primera vez que se produce la unión
sexual, la pasión del hombre es intensa y corto el tiempo que emplea,
mientras que en las siguientes relaciones sucederá lo contrario. En
cambio, en la mujer la primera vez su pasión es débil y necesita de más
tiempo para satisfacer su deseo y, a medida que transcurren otras
relaciones, aumentará su pasión y necesitará menos tiempo para
disfrutar.
Todas estas divisiones son categorías extremas, y por tanto, el Kama
Sutra aclara que es muy difícil que cada hombre y mujer pertenezcan a
una sola clase, y que todas estas características aparecen mezcladas en
los seres humanos. También, dice, es raro que se produzca la unión
sexual entre iguales de cada categoría. Para esto precisamente, el Kama
Sutra explica en otros apartados toda una relación de juegos amorosos,
tanto como para conocer a la pareja como para disfrutar del acto sexual
plenamente. Lo mismo que muchos siglos después ha venido a estudiar la
sexología occidental.
¿Y si el amor se acaba?
Si no eres posesivo nada puede terminar, pues nada te pertenece, nada
entonces puedes perder, el amor es siempre eterno, inmutable,
omniscente,... si lo llevas en el corazón y no en la cabeza. El Kama
Sutra termina diciendo:
Habiendo conocido el amor
dejaré que todo siga su curso
olvidaré todo lo demás
me dejaré llevar por la vida
seré uno con el Amor
pues allí se encuentra la Paz.
Aceptaré lo que la vida
me depare con entereza
la vida nunca se equivoca
si eso es lo que merezco vivir
así será
mi corazón está abierto
completamente abierto a la ambrosía.
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