TECNOLOGÍA Y SONIDO
El estudio del sonido para la inducción de estados modificados de
conciencia, se inició el 1956 por parte de Robert Monroe, psiconauta
pionero en el estudio de las experiencias extracorporeas (viaje astral).
Monroe estudió el efecto del sonido para la obtención del máximo efecto
sobre los ritmos cerebrales, llevando a cabo investigaciones con
sonidos de frecuencias afines a las del celebro humano.
Monroe se encontró con el problema básico que los sonidos de estas
frecuencias pertenecen a la gama de infrasonidos, haciéndose complicada
su utilización. Pero el Dr. Gerald Oster (biofísico norteamericano) en
los principios de los setenta descubrió que si estimulamos los dos oídos
simultáneamente y por separado con dos frecuencias levemente distintas,
el celebro percibe un "pulso binaural", cuya frecuencia es igual a la
resta de las frecuencias iniciales. Por ejemplo si el oído derecho lo
estimulamos con una frecuencia de 500 Hz. y el izquierdo con otra de 510
Hz., se producirá un pulso de 10 Hz.
Esta técnica demostró otro importante efecto. Al enviar cada oído su
señal nerviosa dominante al hemisferio cerebral opuesto - cada
hemisferio cerebral rige la mitad opuesta del cuerpo, hemisferio derecho
rige la parte izquierda del cuerpo y el hemisferio izquierdo rige la
parte derecha del cuerpo- los hemisferios actuaban al unísono. El sonido
se transmutaba en una señal eléctrica que sólo puede ser creada por
ambos hemisferios funcionando al unísono.
TECNOLOGÍA Y LUZ
La utilización de las luces estroboscópicas (o destellos), del fuego y
del sol para la modificación de la conciencia, particularmente
produciendo alucinaciones visuales, ha existido desde tiempos remotos.
La ciencia moderna ha investigado el fenómeno valiéndose de fuentes
luminosas sofisticadas. En 1950 el neurólogo W. Gray Walter comenzó a
experimentar con focos de luz estroboscópica destellando a una
frecuencia de 10 a 15 destellos/segundo. Gray Walter descubrió algo
realmente importante: la luz estroboscópica no sólo afectaba a la zona
del cerebro responsable de la visión, sino que alteraba los ritmos
cerebrales –y por consiguiente la actividad cerebral- de todo el córtex.
La estimulación cerebral por medio de luz estroboscópicas en las
frecuencias que van de 2 a 20 Hz., producen en la persona un efecto de
visualización de colores, imaginarie hipnagónica y sensación de flotar,
entre otros posibles efectos.
A principios de los sesenta se descubrió que este tipo de estimulación
mantenida en la misma frecuencia durante varios minutos inducía
anestesia, iniciándose así el estudio del activación de las endorfinas
(de endogena y morfina producida en nuestro interior) con relación a las
estimulaciones sensitivas.
TABLA DE LESH
A partir de estos descubrimientos con relación al sonido y la luz, se
pudo diseñar la tabla de Lesh, quedando clasificados los estados
mentales con relación a las ondas cerebrales:
TIPO DE ONDA & voltajes FRECUENCIA SITUACION MENTAL
DELTA
10-50 micro voltios
0,2 a 3,5 Hz
Estado hipnótico, hemisferio cerebral derecho en plena actividad, sueño
profundo y meditación.
THETA
50-100 micro voltios
3,5 a 7,5 Hz
Estado de vigilia, equilibrio entre los hemisferios izquierdo y derecho,
plenitud y armonía.
ALFA
100-150 micro voltios
7,5 a 13 Hz
Relajación, tranquilidad, creatividad, inicio de actividad plena del
hemisferio izquierdo y desconexión del hemisferio derecho.
BETA
150-200 micro voltios
13 a 28 Hz
Estado de alerta máxima, es la situación normal cuando estamos
despiertos, conduciendo, o trabajando en donde estamos en estado de
alerta, ansiedad.
DESCRIPCIÓN DETALLADA
ONDAS BETHA: Originan un campo electromagnético con una frecuencia
comprendida entre 13 y 30 Hz (vibraciones por segundo). Se registran
cuando la persona se encuentra despierta y en plena actividad mental.
Los sentidos se hallan volcados hacia el exterior, de manera que la
irritación, inquietud y temores repentinos pueden acompañar este estado.
ONDAS ALFA: Tienen una frecuencia de 8 –12 Hz y están asociadas con
estados de relajación. Se registran especialmente momentos antes de
dormirse. Sus efectos característicos son: relajación agradable,
pensamientos tranquilos y despreocupados, optimismo y un sentimiento de
integración de cuerpo y mente.
ONDAS THETA: Con una frecuencia de 4-7 hz., se producen durante el sueño
(o en meditación profunda, entrenamiento autógeno, yoga...), mientras
actúan las formaciones del subconsciente. Las características de este
estado son: memoria plástica, mayor capacidad de aprendizaje, fantasía,
imaginación e inspiración creativa.
ONDAS DELTA: Con una frecuencia de 1-3 Hz, surgen principalmente en el
sueño profundo y muy raras veces se pueden experimentar estando
despierto. Sus estados psíquicos correspondientes son el dormir sin
sueños, el trance y la hipnosis profunda. Las ondas delta resultan de
gran importancia en los procesos curativos y en el fortalecimiento del
sistema inmunitario.
TECNOLOGÍA L/S
Era evidente que si se consideraba conjuntamente esos progresos
separados, estos tenían algunas implicaciones fascinantes. Dado que
tanto la luz parpadeante como los sonidos rítmicos podían, por sí solos,
arrastrar la actividad de ondas cerebrales e incrementar la
sincronización hemisférica, a varios investigadores independientes se
les ocurrió que si se combinara la estimulación auditiva con la luminosa
en la misma frecuencia, tal vez los efectos de transmisión – y la
sincronización hemisférica resultante – serían aún más acusados.
Intrigados por esas posibilidades, esos inventores/exploradores
independientes se pusieron a investigar los efectos de la estimulación
combinada de luz y sonido, y a crear nuevos dispositivos que permitieran
a los individuos bombardear sus cerebros con luz y sonido
simultáneamente.
Estaba claro que había llegado el momento de la idea de la creación y
utilización de máquinas de luz y sonido, o integradores audio-visuales
(IAV). Como ya hemos visto, los seres humanos se habían interesado por
los efectos de las luces parpadeantes desde tiempos remotos, y a medida
que progresaba la tecnología, incluso concibieron primitivas cajas de
parpadeo, como la Máquina de Sueños de William Burroughs, que les
permitían experimentar fenómenos de parpadeo alucinógeno con cierto
grado de control. La utilización de luces estroboscópicas en combinación
con la música Psiquedélica de los años 60 (y con frecuencia utilizadas
combinada también con la utilización de drogas psiquedélicas)
intensificó la conciencia de millones de personas sobre los fascinantes
efectos visuales y mentales (e incluso espirituales en algunos casos) de
la luz parpadeante. Esta fascinación popular por el parpadeo era
compartida por los científicos, como demostró la explosión de estudios
científicos sobre la transmisión fótica ocurrida en los años 70.
Asimismo, los seres humanos siempre se han sentido embelesados por el
efecto de los sonidos rítmicos, y desde el comienzo de los tiempos han
sido conscientes de los efectos de alteración de la mente producidas por
los ruidos rítmicos, tal como evidencian por ejemplo las sofisticadas
técnicas de transmisión de auditorio desarrollada durante miles de años
por los chamanes o brujos tribales. Como señala Michael Harner,
antropólogo y autoridad en temas de chamanismo, "los instrumentos
básicos para entrar en el estado chamánico de conciencia son el martillo
y el cascabel. Generalmente, el chamán limita el uso de su martillo y
cascabel a evocar y mantener el estado de conciencia chamánico... El
sonido repetitivo suele ser fundamental para acometer tareas chamánicas
en ese estado. Con motivo, los chamanes siberianos y de otros lugares se
refieren a sus martillos como el ‘caballo’ o ‘canoa’ que les transporta
al Mundo Superior o al Mundo Inferior. El ritmo regular, monótono del
tambor actúa como una onda transportadora, primero para ayudar al chamán
a entrar en el estado de conciencia chamánico, y después para
mantenerle en su viaje."
El investigador Andrew Neher investigó los efectos del tamborileo sobre
los modelos de EEG y descubrió que el martilleo rítmico alteraba
espectacularmente la actividad de las ondas cerebrales. Michael Harner
nos explica como otros investigadores de los rituales chamánicos han
"descubierto que en los procesos de iniciación predominaban las
frecuencias de martilleo del tambor de la gama theta de frecuencias de
EEG".
A lo largo de la historia los avances tecnológicos, como los del cine,
han sido rápidamente aprovechados para estimular la fascinación humana
con luz y sonidos rítmicos. Durante los años 70 y principios de los 80,
los avances tecnológicos también permitieron a los científicos
comprender más plenamente cómo influían los sonidos y las luces en la
actividad electroquímica del celebro. El resultado fue la avalancha de
estudios mencionados sobre la transmisión fótica y auditiva y la
sincronización hemisférica. En 1972, el científico R.E. Townsend
desarrolló el primer aparato del que hay constancia que utilizaba gafas
luminosas en vez de una fuente de luz parpadeante separada del sujeto
-.su máquina de luz utiliza tres luces de frecuencias variable por ojo, a
"1 cm de cada ojo cerrado mediante la utilización de gafas que llevan
montados tres diodos en el centro de cada cristal. Prácticamente al
mismo tiempo, Jack Schwart, explorador de la mente-celebro, empezó a
construir y vender una máquina similar, a la que bautizó ISIS. En 1974,
Seymor Charas, científico del City College de Nueva York, obtuvo la
primera patente de un aparato de estimulación combinada de luz y sonido,
aunque nunca llegó a ser comercializado. A principios de los 80, había
llegado el momento de un salto adelante en la combinación de luz y
sonido.
El catalizador fue la revolución de la microelectrónica que estaba
produciéndose en ese momento, una revolución que permitió a los
aficionados de la electrónica y a los pequeños inventores montar
dispositivos sorprendentemente perfeccionados y complejos para producir
luz y sonido. Estos aparatos ampliaban los potenciales de combinación de
transmisión fótica y transmisión auditiva, al permitir al usuario
seleccionar varias modalidades distintas de emisión de las señales al
cerebro: los pulsos podían ser emitidos simultáneamente a los dos ojos y
los dos oídos, o de formas alternas.
A partir de los años noventa los distintos aparatos se han ido
perfeccionando, al mismo tiempo han ido apareciendo nuevos programas que
nos ofrecen nuevas y apasionantes posibilidades de exploración de la
mente.
Los últimos descubrimientos han sido realizados por Don Donderi
(2000-2001) profesor de Psicología en la McGill University de Montreal
(Canada). Ha conseguido catalogar con encefalogramas el estado de
abducción, mediante la realización de regresiones en personas que
afirmaban haber sufrido contactos extraterrestres, y ha realizado
pruebas experimentales para inducir tecnológicamente este estado mental
entre personas que nunca habían tenido un contacto directo con dicha
fenomenología.
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