HAY EVIDENCIA CIENTIFICA EN LA LUNA
QUE PRUEBA QUE EL UNIVERSO ES JOVEN
Artículo publicado en la Revista “Faith for the Family” de Bob Jones University, traducido con permiso.
“Un pequeño paso del hombre —un salto gigante para la humanidad.” Con estas palabras inmortales el astronauta Armstrong descendió a la superficie de la Luna. Ese primer paso en la polvorienta superficie de la Luna fue fotografiado, y ha sido la huella más publicada en la historia.
Fue muy curioso ver como el polvo lunar fue causa de mucho interés entre los científicos espaciales. Por muchos años los astrónomos habían estado preocupados, creyendo que la superficie de la luna era un mar de polvo. Al principio los diseños del módulo lunar a penas hubieran podido evitar ese problema. A pesar de la poca gravedad en la Luna el módulo podía ser de mucho peso y hundirse en el polvo lunar. La preocupación sobre la profundidad del polvo lunar estaba basada en dos principios. Primeramente, polvo cósmico llueve continuamente en nuestro sistema solar. Si ese polvo se deja quieto prolongadamente podría acumularse algo así como sucede en una tormenta de nieve. Numerosos científicos han calculado la cantidad de polvo que se acumula a través de los años. El geofisista sueco Hans Pettersson estima que sobre 14 millones de toneladas de polvo cósmico caen anualmente sobre la Tierra. Debido a la erosión por la lluvia y el viento, no se acumula lo suficiente para que lo notemos.
En la superficie de la Luna, sin embargo no hay ninguna actividad erosional, tampoco hay ningún otro mecanismo conocido que remueva el polvo cósmico. Por lo tanto, es de esperarse que a través del tiempo el polvo cósmico se acumule en la Luna. Si supiéramos que tiempo hace que el polvo ha estado cayendo sobre la Luna, podríamos estimar la profundidad del polvo cósmico acumulado sobre la Luna. Obviamente mientras más tiempo, más profunda la acumulación del polvo.
Quizás la creencia más común entre los científicos es que el sistema solar tenga de cuatro a cinco billones de años. Basados en esa suposición, los científicos espaciales predijeron que la acumulación de polvo cósmico en la Luna sería de 54 a 100 pies de profundidad. Los más “optimistas” predijeron que los sitios más llanos serían de no menos de 12 pies. En vista de estos cálculos, podemos entender la preocupación que tenían.
Como consecuencia de estas preocupaciones se enviaron con anterioridad módulos de prueba sin hombres. Las noticias que regresaban de la Luna no las podían creer. El polvo parecía ser llano, sólo de algunas pulgadas.
El programa de exploración lunar se llevó a cabo con hombres a bordo del módulo. En 1969, Neil Armstrong pisó el suelo lunar, confirmando la evidencia personalmente. El polvo variaba de un octavo de pulgada a tres pulgadas de profundidad. Debajo del polvo había terreno pedregoso, y más abajo “regolith” y luego roca sólida.
Obviamente había algo malo con las predicciones. Si reconsideramos los hechos, el asunto queda bien claro. Hay dos posibilidades: Los científicos espaciales erraron en sus predicciones de la acumulación del polvo cósmico en la superficie de la Luna, y/o erraron en la edad del sistema solar. Cualquiera que sea, el error no es pequeño. La profundidad del polvo hallada ni siquiera se acerca a la profundidad precalculada.
Vemos pues que hay un mecanismo conocido que acumula polvo en la Luna, y no hay ningún mecanismo que lo remueva. El hombre fue allá personalmente y comprobó que su profundidad es insignificante. Entonces ¿a qué conclusión podemos llegar?
La única explicación lógica es que la Luna no ha estado acumulando polvo por mucho tiempo. La Luna como parte del sistema solar no puede tener de 4 a 5 billones se años, como dicen comúnmente los evolucionistas. De hecho, el polvo lunar, según la evidencia encontrada, limita la edad de la Luna a no más de 100,000 años. Esto sería un máximo de tiempo, pues lo más probable es que sea mucho menos.
Estas conclusiones tienen un alcance monumental. Lo más sobresaliente es que destruye la idea más optimista de la Evolución. 100,000 años ni siquiera se acerca a las grandes cantidades de tiempo necesarias para sostener la teoría de Evolución.
Solamente Dios puede explicar como fue creado el Universo con toda la complejidad existente en la naturaleza, desde el átomo hasta las galaxias, en tan corto periodo de tiempo. Pero lamentablemente en este asunto prevaleció un silencio sepulcral en la comunidad científica. Hasta el Día de hoy esto no ha sido discutido por los medios de comunicación. En el polvo lunar hay cientos de huellas marcadas en polvo llano. Allí permanecen como Evidencia Científica de la edad joven del sistema solar.
No es de sorprender que una gran mayoría de la comunidad científica permanezca silenciosa sobre este asunto. Esto es así porque primeramente, la evidencia prueba que se equivocaron. Segundo, porque echaría por el suelo su teoría de Evolución. Y tercero, tendrían que admitir que hay un Ser Supremo que hizo todo este Universo en corto tiempo, y en forma sobrenatural.
Sin embargo no deja de ser cobarde e injusto, tanto para Dios como para los hombres, que la verdad de este asunto tan importante no se haya dado a conocer públicamente. |