La Extraña Luz de la Luna
salga a ver cómo la luz de la Luna cambia su manera de ver el mundo
NASA
No hace mucho tiempo, antes de que existiera la luz eléctrica, los agricultores se valían de la luz de la Luna para recoger la cosecha de otoño. Todo maduraba al mismo tiempo y había demasiado trabajo que hacer para detenerse con la puesta de Sol. Una brillante Luna llena (la "luna de la cosecha"), les permitía seguir trabajando durante la noche.
La luz de la Luna era bienvenida, pero, como cualquier agricultor puede decirle, se trataba de un asunto extraño. ¿Por qué? Pruébelo usted mismo. La Luna de la cosecha del 2006 saldrá el 6 de octubre, y si presta atención podrá notar unas cuantas cosas extrañas:
1. La luz de la Luna roba el color de aquello que ilumina. Tomemos una rosa. Con la luz de la Luna llena la flor tiene un brillo encendido e incluso proyecta sombra, pero el rojo no se ve, ha sido sustituido por matices de color gris. En realidad todo el paisaje es así. Es como ver el mundo a través de un viejo televisor en blanco y negro.
Derecha: La luna de la cosecha de 2005. Crédito de la foto: Sr. Fins Eirexas de Pobra do Caramiñal, Galicia, España.
Los "Jardines de Luna" convierten esta cualidad de los años 50 de la luz de la Luna, en una ventaja. Las flores blancas o plateadas que florecen de noche son fragantes y vívidas bajo la luz de la Luna llena. Las más conocidas incluyen variedades de flores como: cuatro en punto, enredaderas flor de Luna, trompetas de ángeles —pero raramente rosas rojas.
2. Si usted mira el paisaje gris durante el tiempo suficiente, este se vuelve azul. El mejor lugar para apreciar este efecto llamado "desplazamiento azul" o "desplazamiento Purkinje" (en honor del científico del siglo XIX Johanes Purkinje que fue el primero en describirlo) es en el campo, lejos de la luz artificial. A medida que sus ojos logran la máxima adaptación a la oscuridad, aparece el azul. Los productores de cine, a menudo colocan un filtro azul cuando filman escenas nocturnas para crear un efecto más natural, y los artistas añaden el azul a sus cuadros de paisajes nocturnos por la misma razón. Sin embargo, si usted mira la Luna llena, ciertamente no es azul. (Nota: Las finas cenizas de un volcán o de los incendios en los bosques pueden hacer que la Luna parezca azul, pero eso es otra historia.)
3. La luz de la Luna no le permitirá leer. Abra un libro bajo la luna llena. A primera vista las páginas parecen lo suficientemente iluminadas. Sin embargo cuando trata de ver las palabras, no puede hacerlo. Más aún, si fija su vista en una palabra esta se desvanecerá. La luz de la Luna no sólo hace que nuestra visión sea borrosa sino que además produce una pequeña mancha ciega. (Otra nota: Como en todo lo humano, hay excepciones. Algunas personas tienen conos especialmente sensibles o una mayor cantidad de bastones que permiten leer con la luz de la Luna).
Todo esto es muy extraño. Recuerde, la luz de la Luna no es nada más que la luz del Sol reflejada por la polvorienta superficie lunar. La única diferencia es la intensidad: La luz de la Luna es alrededor de 400.000 veces más débil que la luz solar directa.
¿Qué sacamos en conclusión de todo esto? La respuesta está en el ojo del espectador. La retina humana es la responsable.
La retina es como una cámara digital orgánica con dos tipos de píxeles, bastones y conos. Los conos nos permiten ver los colores (rosas rojas) y los detalles finos (las palabras de un libro), pero sólo funcionan con luz intensa. Cuando el Sol se oculta los bastones toman el mando.
Los bastones son extraordinariamente sensibles (1.000 veces más sensibles que los conos) y son los responsables de nuestra visión nocturna. De acuerdo con algunos informes, los bastones pueden detectar incluso un sólo fotón. Sólo hay un inconveniente, los bastones son ciegos a los colores. Por lo tanto las rosas por la noche parecen grises.
Si los bastones son tan sensibles, ¿Por qué no podemos utilizarlos para leer a la luz de la Luna?. El problema es que los bastones están casi ausentes por completo de una zona central de la retina denominada fóvea, que es la que el cerebro utiliza para leer. La fóvea está densamente poblada por conos, razón por la que podemos leer durante el día. Por la noche, sin embargo, la fóvea se convierte en una mancha ciega. El resto de la visión periférica no es lo suficientemente aguda para definir las letras individuales y las palabras.
Finalmente llegamos al desplazamiento azul. Considere el siguiente fragmento de un número del 2004 de la revista Journal of Vision:
"Debe destacarse que la percepción del color azul o cualquier otro color en un ambiente únicamente con luz lunar es sorprendente, teniendo en cuenta que la intensidad de la luz está por debajo del umbral de detección de los conos. Por lo tanto si los conos no están siendo estimulados, ¿Cómo percibimos el tono azul?" —Modelaje del Desplazamiento al Azul en Escenas con Luz Lunar usando Interacción de Conos y Bastones (Modeling Blueshift in Moonlit Scenes using Rod-Cone Interaction) por Saad M. Khan y Sumanta N. Pattanaik, Universidad de Florida Central.
Los autores del estudio propusieron una explicación bioeléctrica, mediante la cual las señales de los bastones pueden trasladarse a los conos sensibles al azul adyacentes bajo condiciones de iluminación de Luna llena (ver el diagrama de la derecha). Esto crearía una ilusión de azul. "Desgraciadamente", señalaron, "aún no disponemos de evidencias fisiológicas directas que apoyen o descarten la hipótesis".
Por lo tanto aún existen misterios en la luz de la Luna. Búsquelos el 6 de octubre bajo la luna de la cosecha.
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Advertencia Lunar: En este artículo se hacen algunas generalizaciones acerca de lo que las personas pueden ver por la noche, pero como en todo lo humano, hay excepciones. Algunas personas pueden leer a la luz de la Luna, otras no tienen problemas para ver los pétalos rojos de una rosa iluminada por la Luna. Estas personas tienen "visión de luna", facilitada por una ayuda extra de bastones o conos inusualmente sensibles. ¿Es usted uno de ellos?