EL CICLO DEL SISTEMA SOLAR
Todos conocemos el ciclo diario que medimos como 24 horas desde media noche a media noche, y que realmente es una medida relativa usando el ritmo y movimiento de la aguja de los minutos al centro del reloj, que da 24 vueltas.
Mientras medimos ese día horario psicológico la Tierra gira sobre sí misma imbuida en una esfera estática de luz/sombra(día/noche) y se traslada en ligera curva en torno al Sol. Mientras damos un giro al Corazón del Planeta, éste se traslada unos 2,6 millones de kms por el espacio, 203 veces su propio diámetro.
En base al giro y la traslación conocemos el ciclo anual de 365 días/noches del año, y que, según el calendario cristiano gregoriano, es de 1 día más cada 4 años, pues el Planeta realmente cumple 365,24 días solares a cada órbita al Sol.
También son conocidos diferentes ciclos de la Luna alrededor de la Tierra, o los de la Tierra haciendo pareja con Venus.
Así vamos aumentando la escala física hasta encontrar que el Sistema Solar también tiene su Ciclo Planetario marcado por los 4 grandes planetas: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
A los planetas podemos considerarlos como extremos visibles de agujas invisibles que parten del mismo centro: la Estrella "Sol".
El reloj es una creación refleja del subconsciente humano intentando imitar lo inimitable: la Dinámica de la Naturaleza.
Así, las tres agujas del reloj repiten EXACTAMENTE su ciclo de combinaciones cada 12 horas (12 vueltas de la aguja de los minutos), y eso es así porque así ocurre en la naturaleza con los Planetas, pero no con esa "PERFECCIÓN", exactitud y precisión milimétrica del reloj creado por una mente racional "perfecta", pues el hombre no puede imitar la flexibilidad de la Dinámica del Caos de la Naturaleza.
Los 4 grandes planetas del Sistema Solar "repiten" sus posiciones relativas con respecto a sí mismos cada 4.628 años, y con respecto a su posición en sus órbitas cada 18.512 años (4 x 4.628 años).
18.512 son órbitas de la Tierra durante las que el planeta grande más exterior -Neptuno- realiza 112 (4 x 28).
Esta cifra de "18.512 años" es significativa en tanto que durante 18.512 órbitas de la Tierra, la Luna -que orbita a su vez a la Tierra- cumple 1.000 de sus ciclos metónicos.
Y también está en relación con el Tzolkin Maya -considerado un módulo y patrón sincronizador de dierentes sistemas planetarios, e incluso de la Galaxia-, pues 18.512 años son 26.000 ciclos de 260 días, es decir 26.000 Tzolkin, fractal (26.000) de su propia base (260).
Aumentando aún más la escala cíclica, encontramos el llamado Ciclo de Precesión de la Tierra, de 25.920 años, con respecto al cual el Ciclo del Sistema Solar, más corto, es el 71.2%, justamente lo que el Tzolkin (260 días) es con respecto al Año Terrestre.
Por lógica cósmica, según la naturaleza del universo, si seguimos aumentando la escala, iremos encontrando fractales y armonías cíclicas, como nuevos grandes engranajes que sólo serán pequeñas piezas de engranajes mayores...
La Humanidad atraviesa un supuesto estado de despertar espiritual y universal, de modo que no está de más "ponerse al día" con respecto al Universo -La Calle- al que supuestamente la Humanidad va a salir por primera vez después de su estancia y descanso en el Hotel Mundo, durmiendo y soñando con ser estrellas.
"Todo el universo flota en el espacio". |