ENVIADO POR NUESTRA AMIGA COLABORADORA: VICTORIA CASTEL
UNA "GALAXIA DE GALAXIAS" EN EL
CONJUNTO DE MANDELBROT
POR ALFONSO DE LA
FUENTE RUIZ
En el ámbito de la cosmología física, la cosmología fractal refiere el uso y aparición de fractales en el estudio del universo conocido. Los cosmólogos
emplean diversas herramientas en su estudio del universo, tanto aparatos
teóricos como observaciones físicas, tomando en consideración el rango
completo de escalas desde el reino de lo infinitesimalmente pequeño a la
escala de Planck, hasta la escala macro del universo conocido. En ocasiones
llegan más allá de lo que es observable por medios directos. Lo cierto es
que las fractales y sus estructuras derivadas surgen en casi cualquier lugar
que haya caido bajo el escrutinio de los cosmólogos.
Es digno de mención que se encuentren fractales y trazas de fractalidad, tanto en cosmología teórica como observacional. Hacen acto de presencia en ambos extremos de la escala y también a diversas escalas intermedias como
los mercados de valores (principio
ondular de Elliot) el
conocido ejemplo del brócoli o los estudios sobre tumores. Los
investigadores próximos a la corriente popularmente aceptada manejan cada
vez más las fractales para responder cuestiones cosmológicas. Sin embargo,
la metáfora también ha sido adoptada por otros, fuera del ámbito común de la
ciencia, así que algunas ramas de la cosmología fractal están sólidamente
imbricadas en el reino de las teorías científicas, mientras que otras se
consideran cosmología metafísica o ciencia espúrea. Es por esto último que
las variadas formulaciones existentes disfrutan de un amplio abanico de
aceptación y reconocimiento que oscila entre ambos extremos y también el
intermedio.
Existen diversos sitios web dedicados a la divulgación de la cosmología fractal y artículos sobre la misma, revisados por pares dedicados a la materia. En particular, una de las más recientes disputas incluye la
discusión sobre si la estructura a gran escala del universo (más de 300
millones de años luz) podría considerarse fractal, en contraposición con el
actual modelo que la define como homogénea (por un mero ejercicio de
simplificación histórico). La demostración de la fractalidad a gran escala del
universo requiere de observaciones adicionales (en concreto de la radiación
microondulada de fondo y complicadas soluciones matemáticas basadas en la
teoría de la relatividad de Einstein, lo que presenta gran complejidad.
Entre algunos de sus objetivos más ambiciosos, la fractalidad del universo
podría determinar con una grado de exactitud sin precedentes, la
distribución de los supercúmulos galácticos y en general de toda la materia
del universo, incluyendo la oscura. También se propone explicar el colapso
del espacio-tiempo que se produce en el interior de los agujeros negros y
relacionarlo con la gravedad a nivel protónico, superando algunos de los
mayores escollos de la cosmología actual. Sin embargo, en caso de
demostrarse su modelo, podría tambalearse 1 el actual modelo del Big Bang y
todo un extenso conjunto de teorías que se sustentan sobre esta hipótesis.
Este impacto tan potencialmente elevado influye lógicamente en la intensa
polarización existente entre sus partidarios y detractores.
Otro indicio que apunta a la necesidad de un desarrollo fractal de la cosmología, es la postulación de masa imaginaria (entendida como un número imaginario) asociada a la definición de los taquiones, habida cuenta de la
relación [1] entre el plano de los números complejos y la geometría fractal.
Para ampliar información se recomienda visitar los enlaces y el artículo en la wikipedia inglesa: "Fractal Cosmology".
EL FRACTAL
Un fractal es un objeto semi geométrico cuya estructura básica, fragmentada o irregular, se repite a diferentes escalas.1 El término fue propuesto por el matemático Benoît Mandelbrot
en 1975 y deriva del Latín fractus, que significa quebrado o fracturado.
Muchas estructuras naturales son de tipo fractal.
Un fractal natural es un elemento de la naturaleza que puede ser descrito mediante la geometría fractal. Las nubes, las montañas, el sistema circulatorio, las líneas costeras3 o los copos de nieve son fractales
naturales. Esta representación es aproximada, pues las propiedades
atribuidas a los objetos fractales ideales, como el detalle infinito, tienen
límites en el mundo natural.
Según B. Mandelbrot, un objeto es autosimilar o autosemejante si sus partes tienen la misma forma o estructura que el todo, aunque pueden presentarse a diferente
escala y pueden estar ligeramente deformadas.
De alguna manera, nuestro estado de ánimo, nuestra paz interior o nuestra lucha interior afecta a toda la humanidad, al planeta, al universo..al TODO y a la NADA.
Es como la teoría del fractal, se va multiplicando del centro hacia el exterior de forma simétrica y repetitiva, o del exterior hacia al centro según queramos mirarlo.
Cuando una persona, tiene problemas emocionales, que le producen dolor y sufrimiento, su comportamiento varía dentro de un esquema de equilibrio. Ello repercute en las personas de su entorno, creando desequilibrio, a su
vez estas personas desequilibran a las que le rodean y así sucesivamente se
va multiplicando el número de personas que están fuera de su equilibrio
natural.
Siguiendo esta trayectoria llegamos a todos los rincones del planeta, del universo, multiplicándose una y otra vez y sumándole el dolor o sufrimiento que cada
nueva persona aporta a la cadena.
De esta manera observamos como el planeta está enfermando cada vez más, como crecen los puntos críticos en el mundo, por guerras, fenómenos naturales o falta de alimentos.
Si cada uno de nosotros conseguimos ser coherentes con nosotros mismos, curando nuestro sufrimiento y tratando de ser felices, conseguiríamos que las personas que nos rodean, también lo fuesen y volveríamos a la cadena de
multiplicación antes descrita, pero ahora en vez de dolor estaríamos
multiplicando la felicidad, la paz y el amor.
Cuando vemos imágenes de pueblos africanos donde mujeres y niños mueren por falta de alimentos y de agua, nos hacen daño sus miradas, nos hacen sentir culpables, porque en el fondo lo somos. Somos culpables de su
sufrimiento en la medida en que somos culpables del nuestro y no nos
atrevemos a afrontar las consecuencias del dolor que generamos en el
planeta.
“Falta amor en el mundo porque a mí también me falta“
Y a la inversa, el dolor del mundo repercute en nosotros, en nuestros corazones, en nuestro espíritu, en la energía, en la Nada y en el Todo, en Dios, porque en todos existe esa Energía, ese pequeño trocito de Dios que
nos corresponde, tal como explica la teoria del fractal.
En una u otra dirección todo nos lleva al amor, a la unidad, a Dios, a la Fuerza, Energía, Fuente o como queramos llamarlo.
Por el bien de la humanidad, seamos todo lo felices que podamos ser, y cuando no podamos más, hagamos otro pequeño esfuerzo para conseguir ser un poco más. La humanidad y el planeta nos lo agradecerá.
Como nos dice Buda en sus enseñanzas: Si establecemos primero la paz en nuestro interior por medio del adiestramiento en el camino espiritual, la paz externa surgirá de forma natural; pero si no
lo hacemos así, nunca habrá paz en el mundo por muchas campañas que se
organicen en su favor.