A mis consultantes y hermanos agradeciendo su entrega y entregándome en cada encuentro y a través de este pequeño ejercicio. (poné una pasa de uva o un pequeño bocado de algún alimento de tu elección a tu lado, después lo podés hacer antes de ingerir tus alimentos , estés donde estés, en silencio para vos o compartiéndolo con otros) Sentada o sentado, en una posición cómoda, con los pies bien apoyados, si querés la espalda apoyada, la cabeza suspendida, como si un hilito que sale de la coronilla la sostiene desde el centro del universo, vas llevando la atención o el pensamiento al aire que entra y al aire que sale por nariz, no lleves el aire a ningún lado, sólo acompañalo en su entrar y salir,( si deseas acompañarte con un cassette de música especial, Enya, Quito Gato, o algo que te invite a anclarte en la serenidad, hazlo), si aparecen juicios de valor, interpretaciones, tomás nota y los dejás fluir, volviendo a llevar con amor y firmeza la atención, el pensamiento a la entrada y salida de aire, para ir permitiendo poco a poco que tu cuerpo sea sostenido por donde se apoya, vas aceptando que estos apoyos hagan su trabajo, apoyar, sostener. Cada vez más vas permitiendo y aceptando este sostén, el sostén de la tierra, aprovechando la fuerza de gravedad que en este planeta atrae considerablemente los cuerpos hacia su centro, sosteniéndonos. Los ojos pueden estar abiertos sin fijar la vista en ningún lado o cerrados. Fijate se la lengua está cómoda en tu boca, suelta, o ligeramente apoyada sobre el paladar superior, el entrecejo distendido, sintiendo cómo la cabeza está siendo sostenida por el centro del universo, por el cuello y por el cuerpo y el cuerpo está firmemente sostenido por la tierra, desde el centro de la tierra.. Entonces tomá suavemente la pasa o el bocado de alimento, lo ponés en la palma de tu mano y lo mirás como si jamás hubieras visto esta cosa. Vas registrando cómo al mirar este alimento tu cuerpo se prepara, cómo sabe dónde colocarse, cómo colocarse para la ingesta. (Si apareciera alguna interferencia, tomá nota de lo que aparece y volvé a centrarte en tu cuerpo), y vas observando cómo se prepara tu cuerpo en su sabiduría, para luego poner la pasa o el bocado en tu boca. Comenzá a masticar, no tragues, masticando muy lento, y experimentando el efecto de la masticación, que tendemos a llamar degustación. Observá, sentí cómo comenzás a degustar, a saborear esta cosa que en general comemos automáticamente, sin saborear. Pasá el bocado de un lado a otro, que los bordes de la lengua, las encías degusten saboreen. En general tragamos y seguimos con el siguiente bocado sin haber saboreado, degustado este. Muchos al hacer esto, nos damos cuenta que jamás degustamos los alimentos, las pasas, que ocupados en comer en realidad no saboreamos. (Si aparecieran emociones, dejá que fluyan, firmemente sostenido o sostenida por la tierra, y por el centro del universo, por el aire que entra y el aire que sale, tomá nota, y volvé a llevar la atención al profundo acto de ingerir tu alimento, a proporcionarte energía, a recibirla, a recibir amor alimenticio, (si aparece alguna parte que se opone, tomá nota, es una idea, es sólo un pensamiento, y volvé todo tu pensamiento y tu atención al acto de alimentarte como lo más sagrado e importante.) Muchas veces mientras comemos hacemos otras cosas, leemos el diario, miramos TV, conversamos sobre temas problemáticos del día, de la vida, no tomamos contacto con lo que comemos, comemos tan de prisa que no nos conectamos con el alimento, su saboreo, su degustación. Alimentarse es un acto sagrado, comer es un momento vital diario, que merece que le pongamos todo nuestro pensamiento, nuestra atención al hacerlo, poco a poco también podemos extender este respeto y atención a la forma en que preparamos nuestros alimentos, y a la cualidad de los alimentos que vamos a ingerir, poniendo todo nuestro pensamiento, toda nuestra atención al hacerlo. Esto se aprende poco a poco, en esto no hay nada mágico, sino aprendizaje desde el amor y desde el respeto. Cuando ya no sientas más el gusto, sabor, tragá y acompañá con amor el bocado que va bajando, ( se puede indicar por dónde va pasando detalladamente, si se considera adecuado) por el interior de tu cuerpo hasta entrar en el estómago para ser procesado, y volvé a llevar la atención a la entrada y salida de aire -2- permitiendo que tu cuerpo se prepare para la siguiente ingesta del siguiente bocado. ( se puede tragar nuevamente y acompañar la saliva en su trayecto, si se considera adecuado). Así aprendemos, poco a poco, que cada acto sea eso, profundamente eso, cuando comemos, comemos, cuando degustamos, degustamos, cuando tragamos , tragamos, cuando leemos, leemos, cuando estamos con un otro estamos con un otro etc. Suavemente, vas moviendo los dedos de los pies y de las manos, te estirás, si aparece bostezo, bostezá, si no, no, vas abriendo los ojos si los tuviste cerrados y reflexioná sobre esta experiencia anotando lo que aparece. Hubo interferencias?, cuáles?. Hubo experiencia de saboreo?, cómo es?. Hubo experiencia de satisfacción? Cómo es? buscando ser lo más explícito/a en lo que respecta tus sensaciones, qué viste?, qué oíste? qué sensaciones térmicas u otras aparecieron?. Cada vez que hagas esta meditación, habrá una nueva huella mnémica (se grabará en el archivo de tu memoria), de esta experiencia de saboreo, ( y como la memoria no está sólo en el cerebro) todo tu ser se conectará con otras experiencias de amoroso y respetuoso alimentarse. Con amor: Juana Lenk TE : 4774 Meditación: Situación de aprendizaje Los invito en primer lugar a darse cuenta de cómo están sentados. Dense cuenta de vuestras manos, de dónde están físicamente, de los lugares en donde vuestro cuerpo está siendo apoyado.,sotenido, vayan aceptando cada vez más ese sostén. Poco a poco vayan observando de cómo el aire entra y sale, acompañen el aire en su entrar y en su salir. A continuación, los invito a que busquen en el archivo de vuestras memorias una situación de aprendizaje de algo muy querido y deseado por Uds. Puede ser de hace mucho o reciente. Traigan del archivo de vuestras memorias al presente una situación de aprendizaje de algo muy querido, donde hayan sido respetados en sus curiosidades y ritmos. Donde los errores hayan sido una invitación al cambio, una invitación a la inventiva, motivo a su vez de nuevas curiosidades y nuevos errores que invitaban a nuevos cambios. Si llegaran a no encontrar en el archivo de vuestras memorias una situación de aprendizaje donde hayan sido respetados en vuestras curiosidades y ritmos, y donde los errores hayan sido una invitación al cambio, la imaginan. Una vez tengan en el presente esta situación de aprendizaje, de algo muy querido, donde hayan sido respetados en vuestros ritmos y curiosidades y donde los errores hayan sido una invitación al cambio, los invito a que la vivencien, a que sientan su presencia como si estuviera sucediendo en este momento. Ahora, lentamente vuelvan su atención a vuestros cuerpos, dónde están apoyados, y cuando estén preparados, cada uno a su tiempo, permítanse abrir los ojos. |