LA TRIBU DEL AMOR Y un día, hace algún tiempo atrás, apareció en los Andes, un pueblo compuesto por indios de todos los colores. Gente simple, amaban abrazar los árboles y escuchar consejos del Abuelo Fuego, en cálidas noches de hoguera y nostalgia. Los niños crecían libres, eran amigos de las aves y las pariposas, contruían sus propios juguetes, mientras los abuelos les contaban cuentos de otras realidades, lugares mágicos donde los adultos saben que los niños son sabios. Los jóvenes si iniciaban a la vida venciendo rigurosas pruebas que los hacían fuertes, atentos, valientes, creativos y amorosos. Las mujeres bajo la enseñanza ancestral se convertían en guerreras del Amor, cuidaban el Fuego Sagrado y despertaban el Amor, purificaban sus cuerpos y eran mamás de todos los niños. Mucha gente los amaba, algunos se asustaban de tanto Amor en libertad y se apresuraban en difamarlos, otros se quedaban sin entender nada, más ellos continuaban haciendo de cada día, una interminable fiesta de crecimiento. Habían construido una aldea ecológica con casas de tierra y paja, totalmente circulares y jardines extasiantes donde los embajadores de los Himalayas, los pavos reales hindúes, comparten espacio con blancas alpacas de los Andes. Basándose en la arquitectura esotérica, construyeron un Templo Inka de la Nueva Era, sucursal visible de una majestuosa puerta dimensional allí existente. Allí se comparte el pan y el crecimiento, el silencio y los amaneceres, el trabajo se convierte en un juego, realizado con y por placer, la relación con la Naturaleza, les provee abundante energía, que luego será transformada en Amor. Su nombre: Janajpacha (Paraíso), es la tribu del Amor, ... en algún lugar de los Andes, continúan cantándole a la vida, mientras saborean los instantes y pintan de colores las noches. CAMINATA CEREMONIAL POR EL MUNDO CURANDO LA TIERRA Un día me llamó la montaña y me habló de los gemidos de nuestra Pachamama. Soy indio de los Andes y mi corazón hecho de estrella, gritó en silencio; los ojos de mis lágrimas buscaron consuelo en mis pies hechos de Tierra y raíz, tomé todo mi tiempo e hice de él mi equipaje. Con la esperanza en la mano, bajé de la Montaña. Mi alma cantaba y anhelaba abrazar al hermano, ¡sí todos somos hijos de la Tierra!, ¿por qué el mundo está lleno de heridas?, ¿por qué nuestros hermanos árboles están decapitados y el hermano río intoxicado?, ¿por qué se muere Mama Khocha y el aire transparente se viste de negro? Contemplamos a los niños. Su inocencia nos respalda, corazones aleteando libertad, regresan de un largo sueño, ¡volvamos a encender el Fuego Sagrado o Ceremonial!, ¡reinstalemos lo Sagrado! Reconstruimos la Komunidad chamánica, revivimos la herencia ancestral y en el multidimensiona Intiwasi encendimos el Fuego Sagrado y en multiétnica peregrinación queremos llevar a todos los lugares ancestrales, realizando en ellos Ceremonias de Curación a la Tierra. Peregrinar cantándole a la Pachamama, reforestando los corazones, abrazando miradas diversas, latiendo al unísono con todos. Desde el corazón de Bolivia, desde la Komunidad Janajpacha, partiremos al Sur, uniendo los Andes con la Amazonia, subiendo vía Centroamérica hasta Canadá. Unido el Sur con el Norte, la sagrada ruta continuará por Europa, Medio Oriente, India y Nepal, posibilitando el abrazo ceremonial de los Andes con los Himalayas, devolviendo la alegría a la Tierra, para continuar rumbo a Indonesia, las Islas del Pacífico Sur y la Isla de Pascua, donde una masiva ceremonia de Curación a la Tierra, se convertirá en una Fiesta para el Espíritu, un auténtico homenaje a la vida, celebrando la unidad de todos los pueblos, unidos para cuidar a su Madre Tierra. Se apoderará de nosotros un fervor de unidad en la diversidad, una gran solidaridad con nuestra Madre Tierra. Nosotros Indios, los niños de la Tierra, queremos convertir cada amanecer en canto, volviendo a ser con todos, los hijos del Amor, reverenciando a la vida con creciente fervor de unidad. Las estrellas son testigos, nuestra mirada nos delata, queremos compartir contigo esta jornada de ecología mágica. ¿Recuerdas? Un día también tú soñastes un planeta sano y feliz. Desde nuestra humilde ceremonia, queremos compartir contigo este urgente sueño. ¿Participas? Desde los Andes, Chamalú |