Esta situada en pleno casco urbano de Aracena (Huelva) posiblemente una de las cavernas mas emblematicas de España soterraña y con toda probabilidad, antiguo centro ritual de la Orden del Temple. La caverna se extiende por debajo del que fuera castillo encomienda de los templarios y, anteriormente, tambien ribath de monjes guerreros musulmanes. Un elemento mas que propicia el misterio es la coincidencia de que el acceso a la caverna se efectua desde el zaguan de una casa del pueblo, en su popular de San Pedro, cercana a la colina sobre la que se levanta la fotaleza. Y, por si fuera poco, la voz popular viene afirmando repetidamente que existe en algún rincon secreto y nunca hallado, entre las ruinas del castillo, una comunicación entre este y la cueva.
Ciertamente, todos sabemos que el Temple buscó a menudo instalar sus emplazamientos en lugares ancestralmente sagrados o en enclaves que reunieran condiciones telúricas especiales que, en este caso concurren claramente.
Permitasenos, pues, que antepongamos la realidad soñada sobre la duda razonable y consideremos que el valor del simbolo permanece mas alla de las circunstancias que probarían su realidad. En cualquier caso, queda la evidencia de que la Gruta de las Maravillas es una de las formaciones geologicas mas bellas de España; y adviertase que no digo únicamente de la Peninsula, sino que incluyo a las islas. Y fijémonos en que la imaginación de sus descubridores tuvo, cuando menos, la intuición de nominar sus salas, sus lagos y sus rincones con nombres que se corresponden con elementos señeros del simbolismo tradicional que le confieren un especial sentido, más cercano al universo esotérico que a la gratuidad del atractivo meramente turistico de la gruta. Aun partiendo del posible paralelismo de las imagenes con las formas, es significativo que nos encontremos con nombres tales como el Salón de las Palmas, el Mihrab, el Ostensorio, las Colgaduras de Nieve o la Fuente del Galápago. Curiosamente, todos estos nombres se corresponden con imagenes de alto valor simbolico o con significados cultuales que confieren un sentido sacral a la caverna por encima de las insolitas bellezas que acumula.
Lo que no cabe duda, y esta es una circunstancia que favorece cualquier sospecha que tengamos sobre el papel que el Temple pudiera haber tenido en la configuración del mundo mágico que envuelve a la ciudad de Aracena, es que, tanto la población como su entorno -y muy especialmente en el trecho que media entre los dos enclaves limitados por la Peña de Alajar y la Gruta-, abundan los elementos de caracter claramente esoterico con los que nos tropezamos en cuanto nos decidimos a mirar con cierto detalles los signos y circunstancias que caracterizan aquel lugar.
Aracena es una población impregnada de templarismo, a pesar del relativamente corto espacio de tiempo que la Orden se instaló en aquella comarca. Abundan los signos y las claves, que solo cabe explicar la influencia ejercida por la Orden. Y, si queremos atender a las llamadas ocultas que se nos ofrecen, bueno será que nos detengamos en observar el escudo mismo de la ciudad y los elementos que lo componen, constituyentes de una poderosa llamada a desentrañar su significado oculto, muestra inmediata de una concepción ideologica muy concreta. Alli descubrimos las cinco coronas que revelan la ascensión a cinco grados iniciaticos, una ascension protegida por la autoridad -el baculo- y el poder -la espada-, que conduce hacia un mundo superior cuya puerta de la verdad cabe abrir con la llave del conocimiento. A los lados, la imagen de la fortaleza, de la que mana la fuente de agua lustral y la exaltación de la Primera Madre Eva, como tomadora del fruto del conocimiento. Todos estos elementos figuran en el blasón de la ciudad y determinan su caracter.
Juan G. Atienza