Panel de piedra caliza representando las huellas de Buda. Procedente de la Gran Stupa de Amraravati, Andhra Pradesh, India. Siglo I a. C. Museo Británico. Londres.
En el periodo más temprano de la escultura budista en India, Buda no fue representado en forma humana. En su lugar se le indicaba a través de símbolos anicónicos. Este relieve procedente de la Gran Stupa de Amrarvati sirvió a tal propósito.
Los pies representan el fundamento de lo trascendente, y han sido objeto de respeto en India. Se espera que los devotos lleven los pies desnudos en templos, capillas e incluso casas privadas.
La divinidad ha sido siempre indicada por símbolos especiales en la escultura budista. Aquí, en el centro de cada pie se encuentra la dharmachakra (rueda de la ley). Otras marcas incisas revelan otros símbolos. En los talones están los triratnas, flanqueados por simples esvásticas de ángulos cuadrados. El triratna representa las tres joyas del budismo: el mismo Buda, su dharma (enseñanzas) y el sangha, la comunidad de monjes. En el área sobre los dedos del pie están grandes esvásticas ensortijadas entre dos emblemas con forma de reloj de arena. Un elaborado borde de capullos de loto y flores rodean las huellas. Sus vástagos ondulados emergen del lado izquierdo del panel de la boca de un makara (criatura acuática mitológica). En el ángulo derecho inferior del relieve se sienta un grueso enano.