Sangri-La es el prototipo del paraíso mítico, pero esta vez en Asia, en un lugar remoto y perdido del Tibet, en pleno Himalaya. En este país de extraordinaria belleza, la gente era centenaria por los siglos que podía vivir. No obstante, cuando abandonaba el tranquilo lugar, envejecía rápidamente. Shangri-La es una réplica del Shambhala tibetano, un lugar legendario y alegórico, donde todas las referencias simbolizan la mente humana, su ignorancia, sus deseos, sus caprichos, sus conflictos y también su grandeza.
"En Shangri-La, gobiernan los mejores, no los más fuertes."
James Hilton publicó en 1933 su famosa novela "Horizontes Perdidos" dando forma a la leyenda que corría por toda Asia acerca de este lugar utópico de ensueño: Shangri-La. La idea original parece pues que no fue suya, y hay quien la atribuye a Mike Brown, pero de todas formas Hilton tuvo el mérito de popularizar y hacer llegar esta historia a los lectores occidentales. La novela de Hilton es una de las más representativas de todas aquellas que, por aquel tiempo, hacían apología del pensamiento y el modo de vida oriental. Otras obras, en cambio, se prestaban a enfoques aún más soñadores. En Horizontes Perdidos, Hilton parece tener una visión del futuro que espera al Tibet, cuando uno de sus personajes, el padre Perrault dice "presagio un tiempo en el que el hombre, exultante en la técnica del homicidio, montará con tanta cólera contra el mundo, que todas las cosas preciosas estarán en peligro, cada libro y pintura, todos los tesoros acumulados durante dos milenios ..." Estas atrevidas predicciones tuvieron su resonancia en las advertencias del 13 Dalai Lama, el predecesor del actual cabeza espiritual y político del pueblo tibetano. En efecto, su sucesor, el 14 Dalai Lama, tuvo que huir de su país en 1959 y establecer un gobierno provisional en el exilio en Dharamsala, la India.
El director de cine Frank Capra, que ganaría un Oscar en 1934 por "Sucedió una noche", realizaría una adaptación a la gran pantalla en 1937, siguiendo el texto original con bastante respeto (teniendo en cuenta las numerosas licencias que siempre se ha tomado Hollywood con las adaptaciones literarias). El argumento base es bien conocido: el avión que trasporta a un grupo de norteamericanos se ve obligado a realizar un aterrizaje forzoso en las cumbres del Himalaya, dejando a sus ocupantes indefensos ante la nieve y el hambre. Atónitos, descubrirán una ciudad perdida en las nevadas cumbres: Shangri-La, donde la gente vive en paz y armonía, en un aparente paraíso que parece durar eternamente. Pero algunos de ellos no se adaptarán a la forma de vida utópica de Shangri-La, y desearán regresar al mundo exterior. En 1973 se realizó una nueva versión, pero está vez a modo de película musical, protagonizada por Peter Finch y con canciones de Burt Bacharach y Hal David.
La idea todavía resuena y pervive, incluso en ámbitos tan dispares como los del turismo, ya que en Asia, una gran cadena de hoteles lleva este mismo nombre.
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