El Feng Shui se ha hecho muy conocido en Occidente durante las últimas décadas. Su homólogo procedente de la India, el Vaastu o Vaastu Shastra, está resurgiendo con una potente fuerza dentro del mundo de la arquitectura en Alemania y Estados Unidos. Su importancia radica en la construcción y posterior habitabilidad de una vivienda siguiendo las leyes naturales del Universo. Entender y vivir de acuerdo al Vaastu implica un intento de vivir con mayor plenitud, integrándonos en nuestro planeta y en el cosmos. Los miles de años de antigüedad que posee esta disciplina, sus coherentes razonamientos y la impronta derivada de haber sido utilizada por grandes reyes, ha legado en el Vaastu una gran categoría de enorme interés para la construcción de viviendas. En la práctica el Vaastu se basa en ciertos principios que sirven de utilidad a la hora de orientar y planificar un edificio, desde las consideraciones de forma, hasta detalles de ubicación de elementos arquitectónicos como ventanas y puertas o estructurales como la disposición de la instalación eléctrica.
El interés por adaptar la arquitectura al entorno comenzó a mostrarse en los primeros asentamientos urbanos que tuvo la humanidad en las llanuras de Harappan, en el año 3000 a.C. Sus ciudades eran increiblemente sofisticadas y realizadas con el máximo rigor y esmero. Su cultura poseía un fuerte conocimiento del ser humano y de la naturaleza concediéndose a esta región el honorable calificativo de ser el lugar de origen del yoga y el Vaastu. El estudio de la naturaleza llevó a definir con la palabra “Vastu” el concepto Tierra o más bien, la energía propia de la Tierra. El estudio de cómo está energía es manifestada o afecta a los objetos y seres vivos de un edificio es denominado como “Vaastu”, “Vastu Shastra”, “Vastu Vidya” o “Vasati”. Los origenes escritos de esta ciencia o arte, se encuentran en una serie de tratados pertenecientes a los Vedas y escritos por diferentes autores a través de distintas épocas. Los Vedas son una serie de escritos comprendidos entre el 1500 y 800 a.C. pertenecientes al hinduismo que relatan toda la tradición oral de la milenaria cultura india. En estos textos, todos los aspectos de la vida terrenal eran considerados y relacionados. Para gozar de salud y bienestar era necesario vivir en armonía con nuestro entorno, con las leyes del Universo, considerando tanto aspectos propios del individuo como externos a él como su vivienda o el poblado. Por este motivo, el Vaastu es considerado el “yoga de la vivienda” ya que se entiende que nuestro cuerpo energético está en contacto con nuestro hogar y toma o pierde energía a través de éste.
En la mitología hindú, los sabios o Risis, considerados como semi-dioses por su trabajo personal en meditación y austeridad, llegaron a entender el funcionamiento del Universo. Percibieron que la base del mundo visible yace en lo que no podemos ver, en la manifestación energética. Sería el equivalente a las hipótesis de la física moderna que consideran que la materia es la transformación de la energía. Este mundo invisible aplicado a los hogares es denominado “Vastu Purusha”, es decir, el espíritu o manifestación energética que yace en una casa debido a las leyes naturales. Se suele dibujar como un hombre tendido sobre el plano de la casa con la cabeza hacia el noreste y los pies hacia el suroeste. Su energía procede de distintas fuentes como la energía solar, el movimiento de los planetas, el campo magnético terrestre, etc. Los orígenes del "Vastu Purusha" se explican a través de una curiosa historia mitológica. Brahman, el dios Creador de la tríada hinduista experimentó con su capacidad creadora, generando una criatura humanoide con una asombrosa energía. Esta criatura con un hambre y energía colosal comenzó a ser un problema para todo el Universo. Los dioses menores pidieron ayuda a Brahman para frenar la inmensa criatura que éste había generado. Brahman, solicitó la ayuda de los guardianes de las ocho direcciones cardinales (asthadigapalakas) los cuales atraparon a la criatura y la aplastaron contra el suelo. Brahman utilizó su fuerza para sentarse en su centro y recibió la ayuda de otros 45 dioses que lo fijaron al lugar. Sin embargo, cuando ya tenían controlado a la criatura ésta se quejó a Brahman, su creador, ya que ella simplemente se había comportado con la naturaleza que éste le habían proporcionado. Brahman se sintió responsable y prometió al humanoide que cualquier persona que construyera cualquier estructura sólo podría hacerlo si le hacía una ofrenda. Para controlar al Vastu Purusha, es decir, la potente energía que nos rodea y que podría destrozar todo y sumergirnos en un tremendo caos, cada divinidad localizada en una dirección cardinal controla un tipo de energía y la regula. Aunque en Occidente esto pueda parecer un simple cuento, lo cierto es que es una metáfora del funcionamiento de las energías terrestres y la interrelación que realiza el ser humano con ellas.
Para comprender el Vaastu es necesario entender los conceptos en los que se basa. Nuestra mente racional tiende en ocasiones a ser simplista y separatista. No obstante, para entender estos conceptos, es necesario adoptar una postura mental abierta, considerándolos como representaciones o metáforas de distintas manifestaciones energéticas.
-Los cinco elementos
Los cinco elementos (Mahabhuta) que considera la filosofía hinduista son la tierra, el agua, el fuego, el aire y el éter.
El fuego simboliza la kundalini, la energía con forma de serpiente que recorre el ser humano y que simboliza la transmutación divina de la energía sexual en energía espiritual. En el planeta, el fuego se relaciona con la luz solar que permite la fotosíntesis de las plantas y la síntesis de la vitamina D en nuestros cuerpos. En el cosmos, el fuego representa la chispa vital capaz de transformar la materia. Se representa con un triángulo.
La tierra o Prithivi es el representante de la forma constituyendo el lugar donde actúan los otros elementos. Además, en el ser humano, el elemento tierra está representado por el sentido del olfato, de ahí, que los olores placenteros nos aporten estabilidad. En el planeta, la tierra que nos rodea está compuesta por una mezcla de los distintos grupos de grandes rocas, sedimentarias, ígneas o metamórficas. Los elementos que éstas contienen pueden llegar a ser radiactivos dando lugar a un suelo poco saludable. Además, según su composición química podemos encontrar suelos deficientes en fósforo, nitrógeno o elementos trazas. La forma que la representa es el cuadrado.
El aire (Vayu) es absolutamente indispensable para vivir. Todos los organismos vivos que habitamos el planeta estamos en armonía con los oceános y con la atmósfera de modo que Gaia mantiene su equilibrio con asombrosa exactitud. En el ser humano, el aire está representado por el tacto de modo que se agradezcan aquellas superficies placenteras. La forma que lo representa es la luna creciente.
Practicamente todo el agua que nos rodea ha estado en el planeta desde que éste fue creado. Sin embargo, no permanece en un sitio fijo sino que sufre un complejo ciclo de transformación por el interior y exterior del planeta. Del agua que hay en la superficie, el 97 % se encuentra en los oceános y tan sólo el 0,06 % se considera agua potable. En el ser humano y su entorno, el elemento agua se relaciona con el gusto y la forma circular que indica movilidad y fluidez.
El éter se define como el mar de radiación y la energía que crea las condiciones necesarias para la vida y salud de los individuos. Puede decirse que contiene las fuerzas gravitacionales, electromagnéticas, electrostáticas y geoenergéticas a las que estamos sometidos. Es la sustancia universal, la esencia vital conocida como "akasha" por los hindúes. Puede considerarse como la enigmática energía Qi del Feng Shui. La forma que lo representa es un diamante.
-Las tres fuerzas:
Según la cultura hindú, todo el Universo está formado y comprende tres fuerzas o atributos denominados gunas. Cada uno de ellos presenta unas cualidades características y cada ser vivo y cada componente de la creación posee un porcentaje determinado de cada uno de ellos concediéndole unas características únicas.
Los gunas son: Sattva es la fuerza equilibradora, la energía sana que propicia la evolución y el crecimiento; Tamas es la fuerza de la inercia representando la pereza, la atrofia y la energía destructiva; Raja es la energía dinámica y activa que potencia el movimiento de las cosas representando la acción y el cambio.
En relación con las orientaciones cardinales, la energía Sattva se encuentra en el cuadrante noreste de una vivienda. La energía Raja en los sectores noroeste y sureste y el guna Tamas en el suroeste.
-Vaastu y la astrología:
Ambos aspectos llegan a estar interrelacionados. Por un lado, Vaastu trata de las leyes naturales aplicadas al espacio que nos rodea. Por su parte, la astrología trata el efecto de los planetas sobre los seres humanos. Por lo tanto, son dos disciplinas diferentes pero que pueden ser usadas en conjunto.
Según el Vaastu , cada orientación de una casa está gobernada por un planeta que aporta su cualidad energética:
-ESTE: Lo gobierna el Sol (Surya), e indica la energía ascendente de la mañana y el inicio de nuevos proyectos y la meditación. Es el principio paterno. -OESTE: Lo gobierna Saturno, (Sani) representante del trabajo duro, las normas y el aislamiento. -NORTE: Lo gobierna Mercurio (Buddha), que es el planeta de la mente, la educación, etc. Es el principio materno. -SUR: Es la dirección de Marte (Kuja) , es el dios de la guerra y posee una vitalidad dinámica y destructiva. -NOROESTE: Lo gobierna la Luna (Candra), y es buen lugar para el almacenamiento de conservas o para actividades relajantes como el baño. -SUROESTE: Lo gobierna Rahu, que repersenta el final, la muerte y la moralidad. -NORESTE: En esta dirección está representado Júpiter (Guru) que representa el honor, el respeto y el prestigio en la sociedad. -SURESTE: El planeta gobernante es Venus (Sukra) que representa la paz y la tranquilidad de una familia así como el lado sensual de la naturaleza humana siendo representante de la armonía, el arte, la belleza y la fantasía.
-Vasu:
Vasu indica los poderes o características de las ocho direcciones cardinales. En el Vaastu, al igual que en el PaKua del Feng Shui, cada orientación cardinal posee una cualidad energética determinada. Estas características son representadas por dioses de la mitología hindú:
-ESTE: Está representado por Indra, cuyo atributo es la renovación y el renacimiento. -OESTE: Está representado por Varuna, Dios del Agua y la Lluvia. -NORTE: Está representado por Kubera, Señor de la riqueza. -SUR: Está representado por Yama, Dios de la ley y la justicia, del Karma, de la muerte. -NOROESTE: Está representado por Vayu, Señor del Viento. -SURESTE: Está representado por Agni, Dios del Fuego, de la potente energía interior. -NORESTE: Está representado por Isha o Soma, Dios que posee el elixir inmortal y la sabiduría. -SUROESTE: Está representado por Nirriti, Deidad nocturna, aliada de los demonios. -CENTRO: Está representado por Brahma, Dios creador del Universo.
-Paramashayika:
Paramashayika es un diagrama de 81 cuadrados que representa la planta de una casa. Uno o más cuadrados corresponden a dioses hindúes y por lo tanto a cualidades energéticas o manifestaciones naturales. En el centro se localizan 25 cuadrados que no se corresponden con ninguna orientación espacial determinada y es donde reside Brahma.
-Mandala Vaastu Purusha:
El mandala Vastu Purusha tiene en cuenta los distintos elementos energéticos que influyen sobre una vivienda y que hemos mencionado anteriormente. Este mapa resulta útil para diseñar templos, hogares o ciudades. Tiene muy en cuenta la orientación de cada sector para realizar actividades que estén en sintonía con la energía procedente de dicha dirección. Además, nos aconseja cómo distribuir los muebles y los electrodomésticos para que estén en sintonía con el peso energético del lugar y qué cualidades energéticas deben estar presentes. Al igual que en la Geobiología, considera que existen unas líneas energéticas que recorren nuestro hogar de N-S (Agni-Rekha) y de E-W.
Vastu Purusha representado con los cinco elementos, las direcciones cardinales, el nombre de éstas en sánscrito y su relación con las diferentes parcelas de la vida.
Tanto el Feng Shui como el Vaastu proceden de Oriente. Ambos tienen una antigüedad de unos 4000 años pero suele considerarse al Vaastu como al antecesor del Feng Shui ya que gran parte de la cultura china es derivación de la india. En ambas ciencias la orientación de la casa y sus habitaciones es primordial. El Sol es la principal fuente de energía y uno de los responsables del Qi y del prana. La referencia básica en este marco de orientación es el eje norte-sur, directriz del campo magnético terrestre. Una de las diferencias principales es que en el Feng Shui, el sur es fuente de energía mientras que en el Vaastu, Yama, el dios de la muerte, rige esta dirección. La razón para esta divergencia se encuentra en la localización física de ambos países. La India se encuentra protegida por el Norte por la cadena del Himalaya, mientras que el sur está desprotegido recibiendo los monzones estivales del suroeste. Este es el motivo por el que los vientos procedentes del Sur fueran considerados dañinos siendo los del norte más benéficos. Justo al contrario sucede en China, donde los vientos procedentes del norte, de Mongolia, no son obstaculizados y tienen una energía más dañina. Ambas disciplinas consideran que la materia está regida por cinco elementos. Para la filosofía taoísta, de donde procede el Feng Shui, éstos son: madera, fuego, tierra, metal y agua. Para la filosofía védica, origen del Vaastu estos elementos son: éter, aire, agua, tierra y fuego. Ambas coinciden en asignar a cada elemento una orientación y unas funciones específicas que suelen ser muy similares. La armonización de la casa se consigue con el Feng Shui mediante la colocación de una serie de objetos como espejos, fuentes, cristales, plantas, móviles, etc. El Vaastu considera más importante planificar correctamente la estructura. Es decir, la adecuada distribución de la parcela, de las habitaciones y de la distribución de los muebles en las habitaciones para aprovechar el fluir de la energía vital.
Los conocimientos derivados del Vaastu estuvieron muy restringidos en sus inicios, aplicándose únicamente a monumentos, palacios o tumbas reales (p. ej. el famoso Taj Mahal). Algunos monumentos que están en sintonía con las normas del Vaastu son: el templo Sri Varada Raja Swamy en Kanchi, el templo del Sol en Konark, el templo del señor Viswewara en Banaras, Hazratbal en Kashmir, Mahalaxmi en Mumbai o el templo del señor Balaji en Tirupati. Posteriormente sufrió varios períodos de florecimiento como el que se está produciendo hoy día. Actualmente, numerosas consultorías en India realizan estudios de Vaastu tanto a viviendas como a lugares de trabajo. Muchos arquitectos están adaptando este antiguo arte a sus construcciones modernas. Y no sólo en India, sino que en Alemania y Estados Unidos, el creciente interés por la salud natural y las sabidurías orientales están fomentando que cada vez más personas comprendan la importancia de vivir en un hogar saludable. La armonización de una casa de acuerdo a los preceptos del Vaastu no tiene por que coincidir cien por cien con los criterios de esta ciencia. Lo importante es cambiar nuestra visión mecanicista por una más amplia y sensible a la conexión entre todas las cosas. El Vaastu se ha adaptado a las distintas regiones de la India donde se ha aplicado. Por ello, en Occidente, debemos aplicarlo con sentido, de acuerdo a nuestras propias condiciones climáticas.