La Misión de un Índigo
Los niños índigo son sanadores por excelencia, ellos tienen la capacidad de drenar, equilibrar y elevar la energía de quién lo rodea.
La frecuencia vibratoria de estos niños, permite sanar utilizando solamente su energía.
Al principio ellos "no saben" que pueden hacerlo, pero o tienen en conciencia, actúan instintivamente en ello, pudiera ser que tu menciones frente a un niño índigo de dos años de edad que te duele la cabeza, entonces el instintivamente te dice "¿te duele aquí?", dirige su manita a tu cabeza… y en unos segundos tu dolor desaparece.
Esta faceta de sanación es una característica sobresaliente en los niños índigo, ya que todos son sanadores, sin excepción.
Un niño índigo viene a elevar la energía del planeta y de sus habitantes, son quienes ayudarán a trascender de nuestra tercera dimensión a la cuarta, para ello tienen que trabajar en el cambio de conciencia de los seres humanos que siguen actuando bajo normas, preceptos y estructuras ya caducas.
Esto implica realizar cambios en todo el sistema, en la familia, la educación, las formas de gobierno, los valores, los roles, etc.
Todo lo que por caduco estorba tanto para el desarrollo del ser humano, como para el planeta entero.
Esta filosofía o misión puede sonar bonito y hasta poético, pero no es una tarea fácil ni para los niños ni para los padres, que continuamente se verán sometidos al enfrentamiento de su propia realidad, desarrollándose una enorme confusión, sobre todo en la educación de los niños, ya que pocos estarán preparados para esto, solamente los padres de un niño índigo que tengan una conciencia diferente, un cierto grado de evolución, podrán hacerlo bien, ya que podrán comprender al niño, su misión y le ayudarán a llevarla a cabo sin obstaculizar. |