SALUD: CHICOS MAS AVISPADOS Los Peligros de la Sobreestimulación Martes 30.08.2005
"Los chicos vienen cada vez más inteligentes". La frase, por repetida, ya casi ni se discute. Es lo primero que sueltan los "grandes" cuando ven a un "piojito" de menos de un metro encender la compu y la tele como si fuera un adulto. Pero no... Hay que enfrentar la desilusión: "Nada que ver. Si uno compara a qué edad caminaron quienes vivieron en el siglo pasado, o a qué edad se sentaron —las cosas que hablan efectivamente del nivel cognoscitivo—, observa que nada ha cambiado. La tecnología hoy es muy fácil de manejar: es apretar un botón. No hacen cosas más complejas que antes", asegura la doctora Oiberman.
Lo que sí ocurre —consuela—, "es que están más avispados porque se los mira más, se les deja hacer más cosas. Se los suelta más que antes", explica.
Por eso, la presencia de los padres (o de la persona cuidadora, como se la llama actualmente) es fundamental: el acompañamiento, la contención, la paciencia, el estímulo. En los primeros 24 meses de vida se produce un vertiginoso desarrollo cerebral y un nivel de adquisición de comportamientos que no se volverá a repetir. El terreno está virgen y todo está por aprenderse.
De todos modos, los especialistas advierten sobre los peligros del otro extremo: la sobre-estimulación. "Tiende a usarse en exceso porque se busca más rendimiento del que el niño puede tener en cada etapa, y esa actitud termina generando el efecto contrario. No se debe forzar al chico: no se puede hacer crecer algo más allá de lo que sus raíces determinan", dice el pediatra Miguel Hoffman, autor del libro "Los árboles no crecen tirando de las hojas".
"Los primeros dos años son fundantes para la personalidad y el desarrollo de la cognición —agrega el especialista—. Son los cimientos y todo lo demás se montará sobre ellos. Lo que llegue después será en vano si la base no es sólida".
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