Cuando vivimos valorando las coincidencias y sus significados, nos conectamos con el campo subyacente de posibilidades infinitas. Aquí empieza la magia. Este es un estado de sincronicidad, en el que es posible alcanzar el cumplimiento espontáneo de todos nuestros deseos. Se requiere que ingresemos en la profundidad de nuestro interior y, al mismo tiempo, que tomemos conciencia de la intrincada danza de coincidencias que hay afuera, en el mundo físico. Requiere comprender la naturaleza profunda de las cosas, reconocer la fuente de la inteligencia que crea, sin cesar, nuestro Universo y mantener la intención de aprovechar las oportunidades específicas de cambio conforme se presenten.
La vida depende en gran medida de los encuentros fortuitos, los giros del destino o los caminos que súbitamente doblan en una nueva dirección y puedes llegar a comprender el papel que las coincidencias han desempeñado en tu vida. Puedes ver que si un pequeño detalle hubiera sido diferente, la historia sería otra, con otras personas, en otro empleo o con una trayectoria de vida totalmente distinta.
Aunque concibas a tu vida como completamente planeada, hay sucesos que moldean tu destino de una manera que nunca imaginaste. Las coincidencias y otros pequeños milagros que ocurren de manera cotidiana, son pistas de que el Universo te reserva planes mucho más grandes de lo que jamás soñaste.
Todos estamos inmersos en una red de coincidencias que nos inspira y nos ayuda a dar rumbo a nuestras vidas. Sin embargo, identificar la red de coincidencias de nuestras vidas es sólo el primer peldaño para comprender y vivir la sincronicidad. El siguiente paso consiste en tomar conciencia de las coincidencias mientras ocurren. Es fácil verlas en retrospectiva, pero si las descubres en el momento en el que suceden, estarás en una mejor posición para aprovechar las oportunidades. La conciencia se traduce en energía; mientras más atención prestes a las coincidencias, es más probable que aparezcan, lo que significa que cada vez tendrás un mayor acceso a los mensajes que se te envían sobre el rumbo que debe tomar tu vida.
Al final tomas plena conciencia de la interrelación de todas las cosas, de cómo cada una influye en la otra, de cómo están sincronizadas entre sí. Estar en sincronía significa operar al unísono, como unidad; todo ocurre simultáneamente y responde a una gran inteligencia omnipresente que reside en el corazón de la naturaleza y que se manifiesta en cada uno a través de lo que llamamos alma.
Cuando aprendemos a vivir desde el alma, tomamos conciencia de los exquisitos patrones y ritmos sincrónicos que gobiernan la vida. Comprendemos los infinitos recuerdos y experiencias que nos han convertido en quienes somos ahora. El temor y la ansiedad desaparecen cuando observamos el mundo conforme se desarrolla. Identificamos la red de coincidencias que nos rodea y nos damos cuenta de que hasta los sucesos más pequeños tienen un significado. Descubrimos que al prestar atención e intención a estas coincidencias, podemos conseguir resultados específicos. Establecemos contacto con todos y con todo lo que existe en el Universo y reconocemos el espíritu que nos une a ellos. Revelamos la maravilla oculta en nuestro interior y nos deleitamos en nuestra gloria recién descubierta. Conscientes, convertimos nuestra vida en la expresión infinitamente creativa para la que fue creada y con ellos vivimos nuestros sueños más profundos y nos acercamos a la iluminación. Este es el milagro de la sincronicidad.
Los milagros no son sólo posibles, sino abundantes; pueden ocurrir todos los días, en cada momento de tu vida. Las semillas de un destino perfecto están latentes en tu interior. Libera su potencial y vive una vida más maravillosa que cualquier sueño.
Deepak Chopra |