La Tolerancia Yolanda Silva Solano
La tolerancia, tiene mucho que ver con la empatía, ese sentimiento que hace que nos pongamos en el lugar de la otra persona para poder comprender mejor sus motivaciones y actuaciones, porque la mayoría de las veces que somos intolerantes es porque estamos pensando más en nosotros, en nuestro orgullo que en la otra persona. La intolerancia es la máscara que oculta secretas incertidumbres sobre la verdad de las creencias de uno. Ningún hombre se molesta por la actitud de su prójimo, si tiene absoluta confianza en la verdad de lo que cree de todo corazón. 1641
La intolerancia nace del miedo a no tener la razón de lo que decimos creer y por eso, tratamos de defender nuestro punto de vista a como de lugar, olvidando que la sinceridad cumple mejor su función cuando está unida a la discreción. 1961 cada vez que perdemos los estribos tratando de convencer a alguien, es porque no estamos seguros de lo que estamos defendiendo, porque deberías aprender que aun la expresión de un pensamiento bueno, debe ser modulado de acuerdo con el estado intelectual y el desarrollo espiritual del oyente. 1961
Jesús, con su ejemplo nos enseñó no solo la tolerancia sino también el respeto por la diversidad, cuando Zebedeo le preguntó: Maestro ¿cómo podemos aprender a ver las cosas de la misma manera y de ese modo disfrutar de mayor armonía entre nosotros.? Jesús le contestó ¿ cuando os he enseñado que debéis ver las cosas de la misma manera:? He venido al mundo para proclamar la libertad espiritual, para que los mortales tengan la fuerza de vivir su vida individual con originalidad y libertad ante Dios. 1591
Jesús que nos traía el agua viva y que es la Luz del mundo, no pretendía que sus discípulos pensaran y actuaran todos de la misma forma, sin embargo nosotros, criaturas finitas nos creemos dueños del reino y queremos imponer nuestra verdad como la única posible y nuestra tolerancia por las ideas ajenas es casi nula cuando ellas no son como las nuestras. Jesús dijo: no deseo que se compre la armonía social y la paz fraternal al precio del sacrificio de la personalidad libre y de la originalidad espiritual. 1591
Hablamos mucho del amor a nuestros hermanos, pero nos olvidamos que no es posible practicar la regla de oro si no somos tolerantes, no solo con sus creencias sino también con la forma de ser de cada uno de ellos. Tolerar, es aceptar al otro tal cual es, y no como nosotros quisiéramos que fuese. El Maestro sabía que cada hombre es diferente a los demás y así enseñó a sus apóstoles. Repetidamente les advirtió que no intentaran moldear a los creyentes según un modelo preestablecido. 1582 Si los seres humanos fuésemos capaces de respetar la individualidad de las personas el mundo sería absolutamente diferente porque seríamos capaces de desarrollar el discernimiento espiritual para captar las realidades eternas y estimular la iniciativa en la originalidad del vivir. 1583
El primer paso para llegar a la tolerancia es la empatía porque puedes descubrir mejor los valores de los otros al descubrir sus motivaciones. Una vez que entiendas a tu prójimo, te volverás tolerante y esta tolerancia crecerá en amistad y madurará en amor. 1098 Pero para tener empatía, debemos aprender a escuchar a nuestros semejantes y no limitarnos a oírlos. Escuchar es involucrarnos en lo que se nos está diciendo, en vez de pensar en como rebatiremos o contestaremos a nuestro interlocutor. Escuchar, es tratar de comprender lo que la otra persona pretende decirnos y las motivaciones que tiene al hacerlo, porque el amor tan solo nace de la comprensión de las motivaciones y sentimientos de tus semejantes. 1098
Jesús comprendía a los hombres porque tomaba en cuenta sus intenciones y sus motivaciones más que las acciones en sí mismas y eso es lo que también debemos hacer nosotros si queremos llegar a ser tolerantes, porque conocer a nuestros hermanos, entender sus problemas y aprender a amarlos es la suprema experiencia de la vida. 1431 porque todo lo que hacemos al más pequeño de nuestros hermanos se lo hacemos a Jesús.
¡Cuán diferente sería nuestra vida si aprendiéramos a ver en el prójimo, la parte divina que hay en él, en vez de limitarnos a ver solo a su parte humana, especialmente sus defectos! El suelo del alma en desarrollo es humano y material, pero el destino de toda criatura dotada de mente y espíritu es espiritual y divino. 1738 porque en cada alma mora la chispa divina de su Ajustador.
La intolerancia nace del contacto de las personalidades humanas diferentes y la tolerancia del acercamiento de las almas, no cometáis el error de estimar el valor de un alma sobre la base de las imperfecciones de la mente o de los apetitos del cuerpo. No juzguéis al alma, ni midáis su destino por un episodio humano desafortunado.1739 tengamos la generosidad que nuestro Padre tiene para con nosotros y aprendamos a comprender y a perdonar a nuestros hermanos setenta veces siete, como nos lo aconsejó Jesús.
La palabra juega un rol fundamental en la tolerancia, porque pocas veces podemos guardar silencio cuando algo nos irrita o va contra nuestras creencias o ideas preconcebidas. Olvidamos que la palabra tiene una gran fuerza, ella puede crear lo bueno y lo malo y se asemeja al agua, una vez derramada es imposible recogerla en su totalidad, la huella siempre queda. La lengua humana dijo Jesús, es algo que muy pocos pueden domar, pero el espíritu interior puede transformar este órgano poco dócil, en una dulce voz de tolerancia. 1640
El que más a recibido, es quien más debe dar. Nosotros tenemos el privilegio de estar conscientes de que somos hijos de Dios y de conocer las enseñanzas del Maestro, por lo tanto estamos llamados a comprender mejor a nuestros hermanos menos privilegiados y a tener una mayor paciencia con ellos, porque la mente de un mayor esclarecimiento espiritual, debe ser paciente y tolerante de los intelectos menos dotados.999
El antídoto de la intolerancia es la paciencia, esa cualidad que nos permite contar hasta 100 antes de emitir un juicio desaprobatorio porque deberías aprender, que aun la expresión de un pensamiento bueno, debe ser modulado de acuerdo con el estado intelectual y el desarrollo espiritual del oyente. La sinceridad cumple mejor función en el trabajo del reino cuando está unida a la discreción. 1961
Nada de lo expuesto es fácil de poner en práctica, pero los esfuerzos constantes permitirán que vayamos alcanzando un mayor dominio sobre nosotros mismos y seamos capaces de tolerar cada día un poco mejor a nuestros hermanos, no porque la intolerancia perjudique nuestra salud irritando nuestro colón, sino porque hemos a aprendido a comprender mejor a nuestros semejantes y somos capaces de ver en ellos y en sus faltas, una herramienta para nuestra propia evolución.
El ser humano maduro, pronto comienza a ver a todos los demás mortales, con sentimientos de ternura y con emociones de tolerancia. Los hombres maduros tratan a los seres inmaduros con el amor y la compasión que un padre tiene para con sus hijos. 1773
Nuestros esfuerzos por ser personas maduras espiritualmente, serán un bálsamo para este mundo tan agresivo e intolerante y ayudará a curar las heridas del odio, de la intolerancia y el desamor .
No olvidemos que formamos parte de un Todo y que cada acción nuestra, tiene una repercusión cósmica. El mundo solo podrá ser mejor, cuando cada uno de nosotros sea un poco mejor.
Todas las citas han sido tomadas del Libro de Urantia. |