Isis (la diosa del misterio y la sabiduría).-
Su nombre egipcio es Ast. Isis viene del griego. Guardiana y diosa de la magia, del misterio de la vida (y de ahí deriva su protección de la mujer y los niños) y de la muerte. Su representación es una mujer, a veces con alas, a veces con un trono en la cabeza, otras con el disco lunar en la cabeza.
En principio fue una diosa madre terrestre y más tarde del cielo. Finalmente se la asoció con Osiris (dios de los muertos) y a partir de entonces y a partir de su historia con él, diosa relacionada con el misterio de la muerte y la resurrección.
Osiris era su hermano y esposo y reinaba en el antiguo Egipto con paz y armonía. Un día salió de viaje para conocer otros pueblos, otros lugares y dejó como regente a su esposa Isis. Entonces su envidioso hermano Seth, se sintió humillado por no ser él el elegido como regente y sustituto. Cuando Osiris regresó Seth le hizo una fiesta de bienvenida y en ella lanzó un desafío a los presentes: aquel de entre ellos que entrase perfectamente en un cofre Seth se lo regalaría. Muchos lo intentaron pero, como en el cuento de la Cenicienta, el cofre era o más grande o más pequeño, hasta que Osiris lo probó encajando perfectamente (cosa que ya sabía de antemano Seth). Entonces Seth ayudado por 72 cómplices cerró herméticamente el cofre y lo arrojó a las aguas del Nilo.
Isis empezó entonces la búsqueda de su marido Osiris hasta que lo encontró. Pero Seth robó su cuerpo y lo cortó en 14 pedazos que esparció por todo Egipto. De nuevo Isis buscó sus restos hasta encontrar todos los pedazos con excepción del pene. Pero como Isis era maga construyó un pene de madera al que infundió vida y así, con el cuerpo resucitado de Osiris se quedó embarazada de Horus, el dios halcón, que más tarde vengaría la muerte de su padre luchando contra Seth. Esta historia de Isis y Osiris está recogida por Plutarco.
Isis está simbolizada también por la estrella Sirio de la constelación de Orión, que a su vez está asociada con Osiris. Otra leyenda es la que habla de Isis y sus siete escorpiones, que eran guardianes y defensores suyos y de Horus. De ahí que Isis fuera también invocada para el tratamiento de las picaduras venenosas.
Otra parte de su historia tiene un aspecto más ambiguo, o al menos enigmático. Se trata de la leyenda de “El nombre secreto de Ra”, en la cual Isis mediante ritos y fórmulas mágicas engaña –pero cura- al dios Ra descubriendo su nombre secreto.
Isis es una deidad originaria de la región del delta del Nilo. Su templo más importante es el de Filas, pero también estaba consagrado a ella el templo de Debod (que Egipto regaló a la ciudad de Madrid cuando iba a ser cubierto por las aguas de la presa de Asuán, trasladándose piedra a piedra a la ciudad). En la época greco romana se le consagró el templo de Dendera, donde una vez al año la imagen de la diosa era expuesta a los rayos del sol para su regeneración (recordar los ritos egipcios para dar vida a las estatuas). En la dinastía XXI fue adorada en Guiza bajo el nombre de “Isis señora de las pirámides” y su culto llegó hasta la última época egipcia, la ptolemaica. Su culto se extendió por todo el mediterráneo (fue bastante popular entre los romanos), resistiendo hasta el auge del cristianismo y aún durante él. Su culto se prohibió en el año 535 d.C. en tiempos del emperador Justiniano, pero los primeros cristianos la asociaron, en su figura de diosa con el niño Horus, con la virgen María y el niño; y en general sigue perviviendo en todas las vírgenes negras y en las cartas del Tarot, en concreto con la número II La sacerdotisa (también la llaman, cristianizándola, La papisa).
[Juan Noriega]
“LA HEBILLA DE ISIS” ¿AMULETO CONTRA EL MAL DE OJO?, por Amparo Arróspide
“La sangre de Isis, la virtud de Isis, el poder mágico de Isis, el poder mágico del Ojo, protegen a este Gran Ser de todo mal”. Esta invocación del capítulo 186 del Libro de los Muertos se halla grabada en los amuletos llamados “Hebilla de Isis” (también Cinturón, Nudo o Ceñidor de Isis), normalmente de jaspe rojo, color nefasto para los antiguos egipcios, pero que también tendría usos apotropaicos (como en las puertas de Deir el-Médineh). Recientes investigaciones filológicas indican que los nombres modernos de este amuleto son eufemismos del término “teta”, y además, que en realidad representa una compresa, “la compresa menstrual de Isis”. Aunque en la práctica mágica femenina suele emplearse la sangre menstrual en hechizos amorosos y para conseguir la fidelidad sexual, lo extraño en este caso es la referencia al “poder mágico del Ojo” asociada al poder protector de la sangre menstrual. Podría especularse que el ojo en cuestión en este caso es el oudjat, wadjet o “el ojo de Horus”, aunque también podría indicar el ojo de Isis, incluso el metafórico ojo del interior de su vagina, del cuello del útero del que emanan tanto la sangre como la vida. Recordemos a las antiguas “diosas del ojo” sumerias y que la creencia en el “mal de ojo” estaba tan arraigada en el antiguo Egipto como en la actualidad. Además, como diosa madre, suele representarse a Isis amamantando a su hijo, cuando el mal de ojo en la vida cotidiana afecta sobre todo a los lactantes y a sus madres.