Este mensaje no es nuevo, porque el Gran Dios ha encomendado a sus niños la mayor obligación en este mundo:
que actúen de acuerdo a cómo Él diseñó al género humano.
Para hacer asequible esta información tan importante y especial,
Él mismo ha tenido que descender para alcanzar y contactar a todos aquellos que puedan entenderle.
No podría haber adoptado otro camino.
La razón principal es que Dios concede directamente al ser humano todo entendimiento, bendiciones, poder y gracia después de despertar el alma, la única receptiva a todos los regalos divinos.
El cuerpo, la mente, el intelecto y cualquier cosa de este mundo no pueden ser de ayuda alguna en este aspecto.
Los seres humanos somos aceptados en el reino de Dios cuando recibimos la ayuda del Verbo-Dios trabajando en un cuerpo humano denominado Maestro.
Este procedimiento es alcanzable únicamente por la gracia y la misericordia de Dios. Nadie puede alcanzarlo de manera alguna a nivel del cuerpo, la mente y el intelecto.
El alma, después de haber sido liberada de numerosas ataduras e ilimitadas cargas, es purificada por el Maestro en el momento de la iniciación.
Entonces comienza a escuchar el Sonido sagrado y también puede ver la Luz de Dios, que está saturada de todo conocimiento y sabiduría divina. Éste es el comienzo de la vida del alma, la única que puede vivir en el reino de Dios.
En los mundos inferiores, el alma está sumergida en inmensos y profundos océanos de oscuridad y en la nada de la mente y la materia.
Ésta es una verdad eterna: que los seres humanos nos elevamos del reino animal como almas y comenzamos a vivir en el reino de Dios con Él.
Mientras vivamos en este mundo, de la manera más sencilla y económica posible, tenemos que trabajar por alcanzar la meta de la vida, meditando como mínimo tres horas diarias para liberarnos de la oscuridad que está en nosotros y para conectarnos permanentemente con los lazos sagrados de Dios en su aspecto de Luz y Sonido.
Entonces ya no estaremos bajo el control de la mente y la materia.
La mente y el intelecto van a estar totalmente bajo la voluntad de Dios y ya no van a estar en condiciones de trabajar sujetos al control del poder negativo.
Nuestras dificultades y problemas serán atendidos por el Poder de Dios, que tiene poder supremo sobre todas las personas y las cosas de este mundo, al igual que sobre toda la creación superior.
Entonces estaremos en condiciones de traer la paz y la voluntad de Dios para que todos los seres vivientes puedan disfrutar aquí y en el más allá.
Este mensaje sin duda va a alcanzar sólo a los iniciados,
pero se les pide a todos ustedes desarrollar sus almas y entonces estar en condiciones de ayudar para que ya no haya sufrimiento en este mundo.
Traten de comunicar este mensaje a todas aquellas personas con las que entren en contacto.
Con todo amor y buenos deseos.