Ser águila es conocer las alturas...
Tras sus ojos se divisan los peces en el agua..
Tras sus ojos contemplamos las nubes..
Las àguilas vuelan porque conocen el viento....y son de altura porque nacieron para las alturas.
Las àguilas no vuelan bajo a menos que sea por su sustento. Asì el hombre que aprende a volar con las alas del espìritu reconoce las alturas...
Y antes de conocerlas ha bajado a reconocer sus propias profundidades.
Desafortunado quien piense que vuela cuando no arranca del suelo.
Cuando todo lo divisa en el cristal opaco del charco del lodo inmundo.
Cuando el que camina con la cabeza en alto camina, aspira a las alturas, pero con los pies en la tierra.
La oraciòn del àrbol son sus ramas mecidas por el viento.
La oraciòn de la nube, del viento y del rayo son mensajes de la abundancia del fruto.
Entre tanto veamos solo el espacio con nubes negras, solo estaremos viendo nuestra misma oscuridad.
El hombre que aprende a expandir su alma no se contenta con mencionar las glorias en las alturas sino a aspirar hacia ellas.
El alma del que ama aprende y comprende. Y cuando comprende y aprende , guarda silencio.
Y cuando habla con sus palabras , siempre llevan hacia el mundo de las alturas.
El que solo ve el polvo, el cieno, el estanque sucio, jamàs ha comprendido que no ve màs que su mismo fango interno.
Las almas de los que aman han olvidado el fango, sufrieron las espinas, la cruz, el azote, los insultos.
Las almas de los que aman fueron a la cruz, pero al entregar la vida con amor, subieron a las ALTURAS, habiendo vencido sus mismos abismos.
Las almas de los que aman son COMO ÀGUILAS.....
Elena Polanco de Bonilla |