El Camino del Conocimiento

Hay un conocimiento que no puede expresarse con palabras, ese es el Conocimiento que buscáis, no es propiedad de nadie ni está al alcance de nadie, si no de aquel a quien él mismo desee manifestarse.

Todo Conocimiento se resume en el Amor. Lo único que tenéis que hacer es Amar, guiar a otros hacia el Amor, la única misión es despertar a otros, guiarlos hacia su corazón, pues en el corazón está la Verdad, está el Amor, está la Vida verdadera. Si todos los hombres llegasen hasta el centro de su corazón, llegarían a Dios, al Dios verdadero, a Sí mismos, al Gran Espíritu, al Aguila Mayor, pues todo es lo mismo.

La humanidad que yo amo, por la que trabajo, es un Templo en que cada hombre tiene su lugar, no el mismo lugar para todos. Y ese Templo que yo amo es honesto y sincero y valiente, no se enorgullece, no compite hermano con hermano, más bien es humilde y amoroso con el otro. Pues sabe que si otro da un paso más en el camino del Espíritu, su hermano está más cerca de darlo.
este es el punto de partida correcto: descubrir el corazón y vivir sus enseñanzas, pues quien sigue el camino que su corazón le indica no puede por más que llegar al Amor. Es así que se hace la Obra del Espíritu.

Sólo desde el corazón descubrís que la Paz es vuestra herencia, la Grandeza vuestra misión y la Majestad vuestro tesoro escondido, el impulso que da vida a vuestro aliento. Es así que al construir la belleza en cada gesto, en cada palabra, en cada mirada, en cada abrazo, nos merecedores de más belleza, de más amor, de más gozo. Es así que cuanta más belleza creemos en vuestra vida, más armonía llegará a nuestro espíritu desde todos los rincones del cosmos, más amor, más amor.

no es el camino del juicio con dolor, es el camino del perdón, de la comprensión, del respeto a cada ser, sea cual sea el punto de evolución en que se encuentre, es el camino de la conciencia sobre vuestros actos, de la honestidad, es, en fin, el Camino del Conocimiento al que sólo se accede por Amor.

El Camino del Conocimiento que es más antiguo que el mundo tal y como lo conocemos, más antiguo que el más antiguo conocimiento de nuestra civilización, lo que llamamos la historia de la humanidad no es más que un paso en el camino evolutivo del Espíritu e incluso lo que llamamos Espíritu no es más que un reflejo del Absoluto, del Inmanifestado que está fuera de todo alcance, que no es presencia ni universo ni energía, si no que es lo que mueve todo eso y a la vez es la Nada más Absoluta. Pues el Camino del Conocimiento tiene preexitencia y existencia plena incluso sin que existan seres que lo sigan o lo enseñen, comprended, mis benditos hijos, que el Camino del Conocimiento no nos necesita para existir pues ES el Conocimiento en sí mismo, parte de la mente infinita del Absoluto y se expresa independientemente de que hombres, ángeles u otras entidades lo aprendan y lo sigan.

Es así que el Camino del Conocimiento nos lleva a la pura Inteligencia, al centro del Increado, a Aquel que no tiene principio ni fin, y a partir de este conocimiento, a fundirnos con el Incognoscible.
Podemos preguntar ¿qué hay que conocer?, ¿por qué es el Camino del Conocimiento?. Es así que no se llama Camino el Conocimiento porque vosotros, o nosotros, simples instrumentos, debamos conocer nada, puesto que eso es imposible, ni siquiera debemos aspirar a contener una mínima parte de ese Conocimiento divino. Nuestra aspiración entonces debe ser apartar todo obstáculo para que la Inteligencia divina actúe y se manifieste por sí misma, apartándonos nosotros para permitir que la Inteligencia del Gran Arquitecto lleve a cabo su Obra Infinita.

El Camino del conocimiento aniquilará lo que hasta ahora hemos sido. morirán los viejos esquemas, las viejas creencias, las viejas conductas... ¿acaso no está naciendo ya en nosotros una nueva forma de ver la vida?, ¿acaso no está muriendo la muerte para dar paso a la Vida verdadera?. Es este un camino de construcción, de construcción nueva. Es así que para construir el nuevo Templo, hay que destruir el viejo Templo, esa es la labor, esa es la labor. A todo nacimiento precede una muerte y tras la muerte está la resurrección, el nuevo nacimiento, la transmutación, la iniciación... En cada iniciación que recibís algo muere y algo nace... ascendéis un paso.
Todas las tradiciones, todas las culturas, todos los Maestros, promulgan una sola verdad: Que tras la dualidad se halla la Unidad. Que la Luz y las Tinieblas, el yin y el yang, lo femenino y lo masculino, son parte de una misma Unidad, del Dios que es Uno y Trino y si trascendemos la dualidad encontramos lo Divino. Tras los opuestos está Dios.

nuestro trabajo en la nueva era es conciliar los opuestos, ser los dos una misma carne. Es en nuestra vida donde se realiza esta tarea, minuto a minuto, es en nuestro corazón donde se levanta el altar de la Unidad.

En la Mente divina todos somos bellos, todos hermosos, todos divinos, unid pues vuestra mente a la Mente divina para que el mundo que contemplen vuestros ojos sea hermoso y no temible. Contemplemos la belleza y el universo será bello, pues gracias a nuestra visión se transmutará el mundo. Contemplemos el Amor, vivamos el Amor y cambiará el mundo, pues nuestra visión de un mundo en Paz renovará el mundo. Pero la Paz sólo es posible conciliando los opuestos, cuando los opuestos se unifican hay un cambio de conciencia en nosotros, cuando nuestra conciencia despierta, la Creación evoluciona.

Nuestra misión es pues la misión del Espíritu: conciliar, unificar, armonizar, equilibrar, conciliar, conciliar... o más bien, despertar nuestra conciencia a una verdad eterna: que más allá de toda dualidad, que más allá de toda división, todos somos uno en la Mente del Absoluto, pues todo parte del Absoluto y a El volverá irremediablemente. Es este el principio y fin del Camino del Conocimiento. Es esta la ley de interdependencia que marcará el nuevo orden, esa es la ley de Amor, la maravillosa ley de Amor que dirige la Gran Obra, el Plan Mayor.