Cada hombre tiene un corazon hambriento de ternura. Hemos sido hechos para amar,y no solo para amar,sino para ser amados. La aspereza nos duele. La falta de amabilidad quema nuestros espiritus de la misma forma que la helada quema las flores. Impide el crecimiento de todo lo hermoso. La amabilidad es como un verano cordial en nuestra vida. Bajo su calor crece en nosotros la influenza nutritiva de las cosas hermosas.
Hay mucha gente que necesita ser tratada con ternura. Nosotros no sabemos cuantas cargas pesadas estan llevando aquellos que nos rodean. No sabemos las penas secretas que queman los corazones de aquellos que nos encontramos. No todas las personas usan el vestido de lamento,las caras sonrientes son a veces el velo de un corazon dolorido. Mucha gente jamas pide que se le tenga compasion. Ciertamente la necesitan , aunque no la pidan,mientras se inclinan a su pesada carga. No hay debilidad en tal actitud. Recordemos cuando el maestro ahnelaba recibir expresiones de amor cuando pasaba por sus experiencias mas dolorosas de sufrimiento y cuanto amargura sufrio cuando sus amigos le fallaron.
Jamas sera erronea la amabilidad. No existe el dia que la amabilidad este fuera de lugar. No existe el lugar donde la amabilidad no sea bienvenida. A nadie le causa daño y puede salvar a muchos de la desesperacion.