Los Colores Interiores - El Ojo de la Luz

El 22 de septiembre es el Equinoccio de Otoño, el momento en que el Sol entra en Libra. A Libra le encanta el misterio. Su pasión es descifrar la química de lo que hace florecer la vida y el amor. Las profundidades de Libra, como los bosques de Nueva Inglaterra en otoño, contienen pasillos secretos, sinuosidades subterráneas similares a la ruta que viajan los nutrientes del árbol entre sus raíces ocultas y sus ramas completamente expuestas.

Las dificultades de Libra se complican con la discordia que resulta cuando la vida y el amor languidecen en etapas reprimidas, atrapadas, en lugar de florecer en todos sus colores. Cuando las parejas se conforman con versiones disminuidas -en vez de apasionadas- de asociación, cuando la existencia diaria se desperdicia en la rutina aburrida, Libra se encoge a una fracción de su pleno poder.

¿Cómo mantenerse en contacto con esa esencia interior de inspiración que transforma la existencia en algo mágico y profundo?

Desde que el gigante Saturno entró en Libra este verano, esta pregunta flota en el aire, incluso antes del Equinoccio, y se volverá instrumental durante los próximos dos años y medio conforme este planeta exterior pasa a través de este enigmático signo.

Como el follaje de otoño, hay más en Libra que lo que se ve a simple vista. Bajo una mirada casual parece que las hojas de Nueva Inglaterra cambiaran de color en otoño, pero ésta no es la verdadera historia, porque los colores estuvieron allí todo el tiempo, ocultos bajo una brillante capa de verde pintado por la clorofila. Durante las frías noches y mañanas de septiembre en Vermont, la clorofila se desvanece revelando los brillantes tonos que estaban esperando tras bambalinas, durante los actos anteriores de la primavera y el verano. Para producir las famosas explosiones de dorados, naranjas y marrones, rosas, rojos y especialmente los ricos colores saturados que marcan los años especiales cuando el ramo forestal está al máximo, requiere sólo un ligero rasguño del verde por parte de las decrecientes temperaturas del otoño. Pero el otoño de Nueva Inglaterra no es sólo un espectáculo visual, sino una excursión multi-sensorial. El aire se vuelve penetrante con un cierto olor que las hojas sólo parecen adquirir en Nueva Inglaterra. Lo crujiente de las hojas parece extenderse hacia el espíritu de la gente, despertando la creatividad incluso mientras las fuertes ráfagas y tormentas del noroeste mandan las primeras tandas de arce, roble, cerezo silvestre, nogal, haya, fresno, álamo y abedul dando vueltas por el cielo.

Y a finales de agosto, los primeros diminutos brotes de color sólo brotan de los árboles más estresados, que pierden su clorofila antes que los demás.

Así también con los seres humanos. La composición interna de un ser humano o una asociación amorosa es difícil de imaginar en un principio. Y quienes arden con mayor brillo tienden a estresarse antes que los demás, y así, tal vez revelamos más de lo que estamos hechos.

Al Libra en mí (nací un 2 de octubre) le encanta decodificar los temas y patrones subyacentes de un solo ser humano, una relación, o un período como el actual momento de clima cósmico aquí en la tierra.

Con Saturno en Libra, al acercarnos al Equinoccio, a todos se nos invita a descubrir de qué estamos hechos. ¿Qué sueño de vida y amor arde con más brillo dentro de ustedes?

Partes y piezas, y pistas y atisbos al azar se están filtrando ahora por debajo del verde. Libra nos pide que aprendamos el dar-y-tomar de la vida. Con quiénes corren, por dónde andan sus hermanas del alma, qué mayor conciencia es posible cuando se reúnen con su propio tipo de forajidos espirituales y empujan los límites de lo cotidiano – de maneras tales que puedan aprender cuándo se pueden doblar y llegar a un acuerdo, y lo que no es negociable, cuando tienen que pararse firmes por dentro y reclamar como propio.

El “punto débil” de Libra es querer complacer a la multitud, darles a los demás lo que parecen querer aun a costa de su propia verdad. Se requieren muchas idas y venidas de la balanza para identificar el verdadero suelo en el que pisan y aprender cuándo el camino de la inflexibilidad es más verdadero que un acuerdo, que es por lo que se ha llamado a Libra la mano de hierro en el guante de terciopelo.

Este acto de malabarismo durante los próximos dos años va a acompañar uno de los más grandes puntos de inflexión en la historia del mundo. La civilización ha seguido su curso. Dos mil años de Piscis están terminando. La Era que comenzó con Cristo está finalizando. Estamos a punto para una nueva era de la conciencia humana y se nos está pidiendo ser más flexibles en algunas áreas e intransigentes en otras.

Más que nada, a medida que las viejas historias pierden su poder, necesitamos nuevas historias con las cuales navegar. La forma más poderosa de cambiar el mundo es que las personas transformen las historias que se dicen a sí mismos. Las cosas que nos decimos a nosotros mismos son más instrumentales que cualquier otra cosa, especialmente las cosas que nos decimos por debajo de la superficie, donde por lo general no nos damos cuenta de que nos estamos diciendo algo. Las historias acerca de que mi dios es mejor que el tuyo, historias basadas en el miedo y la carencia y la escasez, ahora dan paso a los cuentos de la magia oculta de la vida, historias de regeneración y esperanza y sanación y amor y milagro.

Especialmente en nuestras relaciones con los demás, ahora y en los próximos años tenemos que abrir nuestros sueños a lo que es posible, y no conformarnos con menos, en lugar de quedar atrapados en el superficial Libra, complaciendo a la multitud, tenemos que practicar empujarnos a nosotros mismos, pulirnos, desarrollar la vida y el amor como arte transformador.

El mundo está transformándose. Nuestro ADN se está retejiendo. La forma en que funcionan las cosas ya no se pueden basar en las viejas historias que se dan por sentado. Bajo las complacientes hojas verdes del verano, los mitos personales, prejuicios de la infancia y suposiciones de las masas, están siendo arrancados de un lado y otro en la balanza universal, para dejar ir la forma misma como miramos el mundo.

Este verano he hablado con personas en diferentes partes del mundo que se sintieron aliviadas al enterarse de la transformación global en curso dentro de la cual pueden ver sus disturbios personales. No, no están locos. Sí, las cosas están cambiando radicalmente. No, no pueden contar con que los viejos métodos produzcan los mismos resultados. A cada uno se nos está invitando a localizar los lugares en los que nos aferramos a cuentos desgastados e intentar algo nuevo.

El día después del Equinoccio es la Luna de la Cosecha de este año, que cae en el primer grado de Aries y contiene una explosión imparable de fuerza de voluntad. En ráfagas primigenias, a finales de Septiembre, la luna llena nos transmitirá la necesidad imperiosa de resolver las diferencias clave entre el sí mismo y el otro, estar claros en el amor y las relaciones, unirse con su tribu, grupo o círculo, y apuntar su creatividad hacia las estrellas. De ese modo ayudamos a cambiar el mundo.

¿Quién eres realmente? ¿Qué viniste a hacer aquí?
¿Cuánto tiempo más vas a esperar?

¡Adelante!
Mark Borax
Astrología a Nivel del Alma

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