Hola a todos,

Mientras somos impulsados a más crecimiento del alma y a lecciones aún más desafiantes, es obvio que ya no estamos solos en nuestro sufrimiento. Todos están experimentando el síndrome del “karma en la cara” y cuando sabemos que hay un camino más fácil para ellos, podemos estar tentados a ayudarles a evitar el drama. Pero parece que todo lo que podemos hacer es mirar y observar mientras se dirigen a sí mismos a un precipicio. Sin importar lo que les digamos, ellos simplemente continúan, sonriendo y sacándonos de lo que no nos importa. ¿Podemos ayudarles? ¿Necesitamos hacerlo? ¿Qué les pasa si continúan con su camino?

Esta semana hice algo que nunca hago, le di un consejo no solicitado a alguien que yo sabía que no necesitaba escuchar lo que tenía que decirle. Pero he estado observando su espiral hacia una lección kármica que se que será la fuente de mucho dolor. El mensaje que tenía lo había estado cargando pesadamente en mi corazón por algún tiempo y surgió una situación en la que simplemente tuve que sacarlo. Sé que todo está en orden divino pero seguramente para mí es un desastre.

Podemos decirles a los demás que “su cabello se quema”, por así decirlo, pero hasta que sus orejas estén realmente quemadas, lo ignorarán (y a nosotros). Todos tienen la opción de darse permiso de aprender sin dolor y aunque podamos ver esta opción para los demás (y a veces no para nosotros) no podemos hacer que lo vean. Este es un tiempo para una profunda limpieza kármica y estas lecciones son traídas a la luz en formas que hacen difícil elegir otro camino. Tenemos que estar listos para movernos más allá de esa experiencia para estar conscientes de que una opción diferente está disponible. Hasta entonces, el karma presenta una tentadora, si no es que peligrosa, alternativa. El potencial de quemarse no disminuye la belleza del fuego. Y quizá no nos acerquemos tanto esta vez.

¿Las personas que hacen esto no están en el camino de ascensión? Todo lo contrario. Cuando anticipamos las recompensas de la ascensión nos olvidamos que ascendemos a través de la vida, no alrededor, más allá, por debajo o sobre ella. Cada paso hacia delante nos permite estar conscientes de dónde estamos bloqueando nuestro progreso. Los pasos hacia delante son una mirada a una potencial más brillante; entonces regresamos para liberar, resolver, sanar y transformar lo que hayamos descubierto. La ascensión es nuestra puerta y el karma (y su eventual resolución) es lo que nos empuja a atravesarla.

Este es un proceso que toma tiempo y esfuerzo. Cuanto más destapamos, más encontramos. Mientras llegamos al fondo del barril, comenzamos a encontrar nuestro verdadero tesoro y es aquí en donde yace la clave para nuestra ascensión. También son las situaciones más dolorosas, desafiantes, difíciles de evitar y menos obvias (para nosotros al menos).

Así que todo lo que podemos hacer es estar agradecidos por el conocimiento que tenemos porque es lo que nos llevará a través del proceso. Podemos decirles a los demás que su “cabello se quema” pero, hasta que estén lo suficientemente incómodos que averigüen cómo extinguir su propio fuego, tenemos que dejarlos. A veces podemos ver su situación con la claridad del cristal y no con la nuestra. Este verdaderamente es un tiempo para “ocuparnos de lo nuestro” y poner atención a lo que nos está sucediendo.

¿Qué significa para aquellos de nosotros que somos maestros y sanadores, que vemos clientes, amigos y seres queridos tomar un camino que sabemos que va a ser doloroso? Podemos observar y esperar, y después estar ahí para ellos cuando estén listos para tomar otras opciones. A veces las personas necesitan quemarse para recordar cómo se siente el dolor y otros necesitan recordar que el fuego que una vez los quemó, lo hará nuevamente.

Así que conéctense a todos con amor incondicional, los cual los habilita para amarlos a pesar de sus cerraduras ardientes y para saber que cuando estén listos, estarán agradecidos y abiertos a aceptar la ayuda.

Mientras tanto, oren por ellos. La oración es un arma poderosa que mantiene la energía en movimiento. Oren por su sanación, que sus ojos estén abiertos al potencial, y que puedan aprender a amarse lo suficiente para aprender sin dolor.

Mientras consideran esto y las otras cosas que están sucediendo en este momento (y que Mercurio está retrógrado, lo cual es un gran tiempo para la reconsideración), recuerden:

Aceptar todos los regalos de entendimiento con gratitud y usarlos para aplicar el perdón, liberar y sanar en cada situación.

Pedir guía y confirmación y después esperar a que llegue a ustedes.

Sobre todo, estar agradecidos por esta oportunidad de ser parte del asombroso cambio de conciencia de la humanidad mientras todos ascendemos a la vibración del milagro.

Muchas bendiciones en estos tiempos milagrosos y asombrosos,

Jennifer Hoffman