DIOS TOCANDO a LA PUERTA DE TU MENTE Por Rebeka Pina Tu deseo es Dios tocando a la puerta de tu mente, tratando de darte un bien mayor. - Dra. Emily Cady MD, y Maestra de Unity Entonces, debemos hacer saber nuestros deseos con gran alegría, y esperar confiados en que la Ley Perfecta los manifieste a través de nosotros. -E. Holmes Estas me parecen perspectivas muy alentadoras y empoderantes, porque con demasiada frecuencia despreciamos nuestros deseos, pensando que son egoístas. Ya todos sabemos la programación de la infancia: quieres demasiado; debes conformarte con lo que tienes, hay tantos que tienen mucho menos que tú… y así hasta el cansancio. Si aceptamos que lo que dice la Dra. Cady es correcto, parece ser que con frecuencia frustramos a la Deidad mientras trata de expresar un bien mayor a través de nosotros. Hemos vuelto nuestras espaldas a la presencia de Dios mientras tocaba a la “puerta” de nuestra mente. Las palabras del Dr. Holmes nos confortan porque nos hacen saber que no sólo debemos dar atención a nuestros deseos, sino que también la Ley Creativa está lista para manifestar lo que queremos… ¡Qué maravilla! Así que con esto en mente, usemos la Ley para hacer llegar a nosotros y experimentar los deseos de nuestros corazones y almas. La Mente de Dios, esa Presencia Moradora está en todo, y es todo, porque Ella es la Fuente, la ÚNICA Fuente. Ha creado todo de Sí Mismo, por lo tanto cada uno de nosotros es una de esas creaciones. No sólo venimos de Dios, sino que también somos de la Substancia de Dios, así que lo que es Verdad acerca de Dios es verdad acerca de nosotros. Los deseos que tenemos de expresar y expandir nuestras vidas, es Dios tratando de mostraros que un bien mayor está esperando que lo aceptemos. ¡Nuestros deseos provienen de una Fuente Divina! Ahora te invito a que hagas tuyas mis palabras: Como creo que indudablemente es así, sé que puedo comandar a la Ley que traiga mi deseo a mi vida. Yo deseo ____________ (declara lo que quieres como si ya lo poseyeras) ____ Con gran alegría acepto la habilidad maravillosa de este Poder de trabajar en traerme mi deseo. También me prometo a mí mismo poner atención a mis deseos de ahora en adelante, sabiendo que Dios, la Fuente, ha estado tocando en la puerta de mi mente para darme el bien mayor que me aguarda. Agradezco mis desos y el Poder que los manifiesta ahora para mí. Está hecho y disfruto el placer y la paz que me traen… ¡Y ASÍ ES! |