Tal vez hasta ahora no hayas tenido una experiencia extraordinaria dentro del ámbito espiritual, ni hayas sentido contacto alguno con su grupo de almas.
Es posible que solo hayas leído acerca de experiencias cercanas a la muerte en las que una persona entra en un túnel de luz, ve seres radiantes y siente un amor tan increíble que quiere quedarse allí y dejar atrás su vida terrenal.
Aunque no hayas tenido estos contactos extradimensionales, está rodeado por miles, cuando no millones, de seres humanos que han experimentado estos encuentros con otros planos de la existencia. Esto significa que, por formar parte de lo que el biólogo Rupert Sheldrake denomina el campo morfogenético, eres parte del proceso.
Llegó la hora de agudizar nuestras capacidades para prestar atención a la información inquietante que afluye en estos tiempos. Está bien que nuestras mentes se inquieten. ¿Por qué? Porque la inquietud de la mente es el proceso de desconstrucción de una realidad que considerábamos sólida como una roca.
Las respuestas que buscamos a las preguntas de todos los días no se alejan de la búsqueda de explicaciones acerca de hechos que desafían a nuestra mente racional. La curación que necesita el planeta depende de nuestra capacidad para abrirnos a las realidades de la vida después de la vida, o planos espirituales de existencia que ya están en comunicación con nosotros, y para comprender que esas dimensiones están interrelacionadas con nuestras conciencias. Por lo tanto, los interrogantes cotidianos referidos a cómo vivir nuestra vida y cómo servir al planeta se desprenderán de nuestra atención a los mensajes que captemos a partir de nuestra intuición y de las coincidencias que nos lleven hacia el nuevo pensamiento.
Sigue sacando tus sensores intuitivos cada vez que encuentres maestros, libros y sincronicidades relacionados con el punto en que te hallas en la vida. Sigue escuchando por el ojo de la cerradura de la dimensión espiritual con todo su corazón y toda su mente. Recuerda que ya no estamos en un camino lineal y es posible que deba abandonarse y experimentar algo imposible para poder romper la puerta de su siguiente nivel.
Por cierto, le instamos a que haga una discriminación respecto de la información que reciba. No obstante, no te quedes empantanado tratando de probarle algo a alguién o exigiendo pruebas "científicas" Tu objetivo no es quedarte atascado discutiendo si algo es blanco o negro o "real o no real" (en oposición a la verdad que siempre resulta, en cierto modo, verdadera) sino preguntarse: ¿este hecho o idea me lleva a amar más, a estar más lleno de energía, a ser más generoso y abierto en la vida?". Ésta es la verdad que está detrás de su experiencia.
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