No es algo muy frecuente pero suele suceder: a veces nos encontramos en nuestras casas o dormitorios –y sin que ninguna ventana estuviese abierta-, una pluma: se considera esta circunstancia como una manifestación angélica; es una señal de que un ángel protector (o nuestro propio ángel de la guarda), manifiesta su presencia y protección. Se recomienda conservarlas en un pañuelo blanco, junto a la cama, o dentro de una biblia o, como suelo hacer yo, junto a una imagen del ángel o arcángel de su devoción. |