EL AÑO COSMICO
La Vía Láctea, Mixcóatl, Serpiente de Nube, nuestra galaxia espiral, es atraída hacia el Cúmulo de Virgo.
La Galaxia da un giro sobre sí misma en un proceso que dura 260 millones de años.
La estrella que llamamos Tonatiuh - Sol, gira alrededor del llamado Sol Central, alguno lo han ubicado en las Pléyades, concretamente la estrella Alción, más aun hay controversia en ese tema. Lo que sí es una verdad, es que el recorrido completo alrededor de ese centro, tiene una duración de 25,920 (26000) años.
La duración del año cósmico es de 25,920 años, el eje de rotación de la tierra apunta a una estrella polar, transitando por 6 estrellas distintas, en ese ciclo. Esa estrella Polar fue identificada en el universo Anahuaca con Tezcatlipoca.
La estrella del norte, la estrella polar, es quien preside el Canal Central de la tierra y de TODOS los seres vivientes, es la energía “semilla” clave de la creación, de la cual dependen las formas de vida que se manifiestan en el planeta. El ritmo de vida, el equilibrio, el cambio, la transformación en la tierra, de ella dependen.
Son seis las estrellas que llegan a ocupar la posición de Estrella Polar, son las llamadas Estrellas Circumpolares. El tránsito por cada una de las llamadas estrellas circumpolares, es de 4,320 años, estas estrellas son las siguientes:
Estrella Polaris – Ubicada en la Constelación de la Osa Menor
Alfa Draconis- En la constelación de Draco
Estrella Polar- En la constelación de Hércules
Estrella Vega- En la constelación de Lyra
Estrella Deneb- En la constelación de Cygnus
Estrella Alfirk- En la constelación de Cepehus
Hace 25,920 años, la estrella Polaris brillaba en el polo, como lo hace ahora, le hemos dado la vuelta a las constelaciones y a las estrellas circumpolares, estamos completando un AÑO CÓSMICO, hemos viajado alrededor del Sol Central.
Sea o no que una de las Pléyades es el Sol Central, lo cierto es que ellas, llamadas Tianquiztli en el centro del Anahuac, han tenido un lugar muy especial en las antiguas culturas de todo el globo terráqueo. En el Anahuac, el pueblo Azteca - Mexica llevaba a cabo la celebración del Fuego Nuevo, cuando por la media noche las Pléyades cruzaban el quinto punto cardinal o zenit del cielo, indicándoles con ello la continuidad de la vida y marcando un ciclo de renovación para todo el grupo social.
Todo en el universo tiene un propósito, nada es ocioso, por ende la culminación de este Gran Ciclo, indudablemente que convoca a un cambio a una renovación, en donde todos los “seres corazón” participan para crear “nuevas formas de vida”.
En la llamada “Edad de Oro”, por muchas culturas del globo terráqueo, se vivía en total concordancia y afinidad consciente con la influencia celeste, los fenómenos astronómicos eran base fundamental para la organización de su diario vivir.
Es importante RETORNAR a ese estilo de vida, recuperar la conexión consciente de lo terrestre con lo celeste, para así poder comprender la importancia de los ciclos de la vida y los cambios con los que debemos hacer alianza en las diferentes etapas que la conforman.
Con Amor Inphinito: Lolita Vargas Martínez - Malinalticitl