LAS PALABRAS SE LAS LLEVA EL VIENTO
Las palabras, se las lleva el viento. Solo tus hechos, hablan por ti.
Hay personas que se la pasan haciendo planes y hablando de sueños y que sin embargo con el paso de los años, no concretan nada. Hay personas que hablan con todo el que los quiere escuchar, de los grandes planes que tienen y de que muy pronto los van a cristalizar. Sin embargo, todo se convierte en un monótono bla, bla, bla. Es decir que son amantes de la palabrería, pero en realidad no acompañan esa incesante verborrea con lo realmente importante, que es la acción.
Tú puedes contarle a tus amigos, a tus familiares y a todos los que te rodean, los magníficos planes que tienes, pero si estos fabulosos sueños, no se acompañan de la acción correspondiente, solo serán palabras, vanas palabras que se desvanecerán como humo. Al paso del tiempo, lo único que cuenta son tus resultados, de manera tal que no importa todas las palabras que hayas utilizado, ni las frases emotivas que hayas dicho, sino que al final, lo que realmente importa es lo que has logrado.
Las palabras pueden ser hermosas y además pueden ser acompañadas de la emoción que se siente al estar motivado para alcanzar algún sueño, pero siempre al terminar una etapa de tu vida, -cualquiera que esta sea-, lo que cuenta es el resultado final. Dice un dicho y dice bien, que "Tus hechos hablan tan alto, que no se pueden escuchar tus palabras", esto no es más que la confirmación de lo escrito líneas arriba. En la vida real, una persona es etiquetada por sus logros; por lo que hace; por lo que concreta; por lo que materializa.
Existe un símil entre las personas que planean y planean, sin concretar nada y esas aves de mal agüero llamadas zopilotes. Si tú las observas, verás que vuelan en círculos alrededor de una supuesta presa, que siempre está o mal herida o muerta. Parecen no decidirse a bajar y así "planean y planean" alrededor sin tener la decisión que tendría un águila, que al detectar a su presa desde las alturas, -una vez que se decide-, se lanza en picada y finalmente la atrapa con sus poderosas garras, dando una demostración de que cuando se quiere algo, simplemente hay que entrar en acción.
En el caso de los zopilotes, pueden pasar horas sin que se decidan a bajar. Mientras tanto otros animales aprovechan la ocasión para comer carne fresca, hasta que solo dejan las sobras -carroña-. Es entonces que estos pajarracos, por fin lentamente empiezan a descender y finalmente se posan en algún tronco o lugar cercano, para observar bien si no hay peligro y así pueden pasar más horas. Por fin, se acercan lentamente, -con total sigilo- y volteando para todos lados, -tal vez, como algunas personas, pensando en el qué dirán- para por fin "saborear" la carroña de su fracaso.
Generalmente las personas más felices, son aquellas que se mantienen activas. Por supuesto al mantenerse activas, hacen más y logran más que el resto de los mortales, por la simple y sencilla razón de que están en constante movimiento. Hay una ley universal, que dice que: "Si algo está inmóvil, tenderá a permanecer inmóvil, pero si ese algo, está en movimiento, tenderá a mantenerse en movimiento". Bien, pues de la misma manera, tú necesitas estar en movimiento, entrar en acción y dejar el penoso e insidioso letargo atrás.
Para ello, es posible que tengas que darte "cuerda" con algo positivo que te active, busca una lectura motivacional o haz algo que te emocione, que te haga sentirte feliz; como participar en una actividad de ayuda social, o practicando tu deporte favorito, o haciendo una buena acción con un anciano o un niño, o asistiendo a un concierto. ¡Lo que quieras, pero entra en acción!, que el mundo necesita personas que materialicen sus sueños y no soñadores que permanezcan inermes.
Hay personas, que dicen que los domingos son aburridos y por eso prefieren encerrarse y no hacer nada. ¡No seas de esos por favor! Busca una actividad, planea algo nuevo y acompaña ese plan con la consabida acción correspondiente. Hay otros que si no hacen nada el lunes, dicen que ya se echó a perder la semana. Parece un chiste, pero hay personas así, en detrimento de ellos mismos y de la sociedad.
Recuerda que tu familia te necesita; tú mismo te necesitas, como un ser feliz y lleno de regocijo, que busca trascender como un hacedor y no como un fracasado. No temas, sigue adelante y recuerda que tarde o temprano serás "medido" por tus logros y por tus hechos, no por tus sueños.
Acciona sin tardanza el plan que tienes, para convertirlo en realidad. Recuerda que todo lo que el hombre puede imaginar, todo eso lo puede convertir en realidad. De hecho, vives rodeado de una gran cantidad de elementos y aparatos que existen, gracias a individuos que no se conformaron con imaginarlos, sino que se atrevieron a poner en acción sus planes y sus sueños.
Si tú quieres, tú puedes hacerlo ahora mismo. ¡Ponte las pilas! ¡No esperes más! ¡Este es el momento ideal! No olvides que las palabras se las lleva el viento. Solo tus hechos, hablan por ti.
Kinston Samuel Ojeda