El Científico y profesor universitario, Livio Vinardi habla sobre "focos de energía" Y resultó que tales focos encontrados en el campo energético humano, campo bioplásmico o aura son los conocidos chakras o vórtices energéticos.
Es más, tras muchísimas mediciones con instrumentos se logró obtener una topografía del aura o campo de energía humano que hoy nos permite tener un modelo de referencia común a todas las personas. No obstante, hay que añadir que la estructura energética de cada ser humano presenta características peculiares que diferencian a cada individuo. No hay dos personas iguales. De hecho, puede afirmarse que el campo energético de cada ser humano es único como ocurre con las huellas digitales.
También se constató que los vórtices tienen distintos tamaños, giran sin cesar y tienen forma de espiral tridimensional cónica proyectándose hacia fuera del cuerpo. En algunos casos llegan a sobrepasar la piel unos pocos centímetros mientras en otros llegan bastante más lejos rellenando el campo energético desde debajo de los pies hasta por encima de la cabeza.
Y lo que es más insólito: los vórtices o chacras se encuentran tanto "dentro" como fuera del cuerpo. Fueron clasificados atendiendo a su tamaño y grado de importancia constatándose que, efectivamente, hay unos cuantos que son "vitales": los denominados chakras. La estructura de base consta pues de un cuerpo sutil, que contiene en su interior otro, más grosero, conocido como el soma o cuerpo bioquímico. El sutil traspasa y excede al soma o bioquímico. Con el fin de dar a conocer este importante descubrimiento, base de la Psicobioenergética, el profesor Vinardi fundaría en 1993 la International Biopsychoenergetics University of North America (I.B.U.N.A.) cuya sede está en el estado norteamericano de Florida. En ella existen hoy dos escuelas con diferentes grados académicos: Healing y Biorritmo.
Según Vinardi «en la naturaleza puede observarse la forma de torbellino cuando en un punto determinado del espacio operan ciertas fuerzas. Ejemplo de ello son los tonudos, trombas marinas, remolimos, etc. Precisamente estas formas de vórtice o torbellino son las que se observan en los centros energéticos del cuerpo electromagnético o etérico humano.
Visto de frente, posee el vórtice una forma sustancia/mente circular, el giro en forma de espiral, circular, produce ciertas radiaciones. La vista en corte del vórtice permite apreciar que el mismo significa una depresión en el cuerpo electromagnético o etérico. La boca se halla en la parte más externa y el ápice del cono vortical prácticamente a nivel de la piel. Desde allí sigue el tallo del vórtice, que es una prolongación etérica que va a terminar en algún punto del organismo.
Para tener una visión aún más clara de la forma del vórtice, obsérvese la configuración que se tiene cuando se desagua un lavabo; el remolino que se tiene, con la boca en la parte superior del líquido y el ápice en coincidencia con el orificio de descarga, produce una imagen muy similiar a la del caso en estudio, cumpliéndose perfectamente la ley de analogía. Incluso se observan las espirales o •nervaduras» ¡ntravorticianas. Según su tamaño y funciones, los vórtices pueden clasificarse en: magnos, grandes, medianos y pequeños.»
Hay siete chakras magnos, de los cuales el del Plexo Solar es el más importante. Al contrario de los otros seis, este chakra no tiene correspondencia glandular, estando ubicado debajo del hueso del esternón. Es el el que recibe el «rio» de energía etérica y quien la distribuye a los otros chakras una vez transmutada . Este chakra, al igual que los demás, tiene dos sentidos de giro, en el sentido horario o dextrógiro durante el día (de 7 de la mañana a 7 de la tarde) y antihorario
Una actitud mental negativa, egoísta, desconfiada y anti-vital produce el cierre paulatino de los chakras que, de esta forma, reducen su capacidad de transmisión energética provocando alteraciones en el plano físico.
Evidentemente, el chakra del plexo solar es el que antes detecta estas actitudes mentales, razón por la cual su actividad (y consiguientemente la de los demás) está constantemente sufriendo alteraciones. Desgraciadamente, el tipo de vida que estamos viviendo no es el más adecuado para mantener en perfecto funcionamiento a nuestro sistema de chakras. por lo que la consecuencia lógica es la interminable lista de disfunciones físicas que padecemos, sobre todo los que vivimos en el supuestamente superdesarrollado mundo occidental. Sin embargo, del estudio del cuerpo etérico se desprende que la energía tarde a 7 de la mañana), ambos vistos desde el ápice o punta del cono vortical. El sistema de chakras se ve influido por múltiples factores, tanto físicos como etéricos vienen del plano mental.
Una actitud vital, positiva, generosa y de entrega a los demás produce en los chakras un funcionamiento armónico, generando una inmejorable distribución de la energía etérica lo que. finalmente, se manifiesta en un excelente estado de salud y energia.
En realidad hay 12 chackras ,pero de los otros cinco se sabe muy poco. |