ORACIÓN A JESUCRISTO RECUSITADO Señor Jesucristo resucitado, Tú derrotaste el poder de la muerte. Resucitaste y ahora estás junto a mí. Por medio de la resurrección dame el valor de levantarme de la tumba de la autocompasión, del temor, de la oscuridad, de la depresión. A veces preferiría seguir yaciendo en mi tumba, aunque allí haga frío y esté oscuro. Me parece más sencillo que enfrentar la vida y resultar herido. Pero cuando te observo, siento también el impulso de ponerme en pie y despojarme de las ataduras que me mantienen prisionero. Envíame el ángel de la resurrección, para que él remueva la piedra que tapa la tumba en la que estoy, la cual me impide vivir y bloquea el esfuerzo de salir de mí mismo. María Magdalena se encontró contigo y Tú la llamaste por su nombre. A ella le fue dado comprobar que tu palabra de amor, la que ella había oído de ti durante tu vida, seguía existiendo aún después de la muerte. Ella siguió siendo amada. Dame también la seguridad de que no dejaré de ser amado por ti, ni siquiera en la muerte; que también a mí, como a María Magdalena, me recibirás con una palabra de amor. En esta pascua de resurrección pienso en todos los hombres que sienten miedo de la muerte. Libéralos de ese temor. Piensa en aquellos para los que aún no ha llegado la pascua, que aún yacen en la tumba de la depresión y desconsuelo. Deja que la luz de los cirios de pascua penetren en su oscuridad y los ilumine. Concede que la fuerza de la resurrección los fortalezca a ellos también, para que encuentren el valor de levantarse y experimentar en carne propia la dimensión y la libertad de tu resurrección. Permítenos que todos nos levantemos para vivir. Amén |