¿Qué Nos Puede Enseñar Nuestra Amada Madre Tierra?
· A experimentar la unidad en la multiplicidad y la multiplicidad en la unidad.
- Que todo está interrelacionado y ninguna cosa puede existir por sí sola.
- Que el ser humano forma parte de la naturaleza y ella de él.
- Que el daño que le causamos nos lo hacemos a nosotros mismos.
- Que si vibramos emocionalmente con la naturaleza, es porque quizás compartamos la misma esencia.
· Que en el fondo, nada es patrimonio exclusivo de nadie y que en la naturaleza no existen guerras ni fronteras, las cuales las hacen los hombres.
· Que cualquier elemento de la naturaleza es infinitamente más complejo, que el más complejo de los inventos humanos.
· Que en la Naturaleza todo tiene lugar espontánea-naturalmente.
· Que todo lo que ocurre tiene un sentido y nada sucede sinsentido, que el mundo es un"cosmos" y no un "caos".
· Que el mundo de las apariencias es "polar", que ningún atributo existe sin su contrario.
· Que vida y muerte son dos caras de la misma moneda.
· A ser más concientes, a escuchar y mirar, más allá del oír y el ver.
· A ponernos en "el aquí y el ahora", a situarnos en la realidad.
· A descubrir y vivir lo genuino, lo espontáneo, lo auténtico, lo esencial.
· A saber disfrutar de los placeres simples y "gratuitos".
· A saber estar, el valor del silencio, y el de la compañía.
· A aceptar las cosas como son, a asumir lo incontrolable, lo imposesible, lo incambiable.
· A amar sin condiciones lo que nos rodea, a respetar, a ser flexibles y adaptables.
· A, desprovistos de artificios y máscaras, ser más concientes de las "luces y sombras" de nuestro siquismo.
· A sentirnos a la vez ¡tan pequeños! y ¡tan grandes!, a ser más concientes de nuestras limitaciones y nuestras capacidades.
· A ser más humildes y menos vanidosos y prepotentes.
· A vivenciar la energía vital y sus diversas manifestaciones, fluyendo constantemente.
· A superar nuestra vivencia de "estar solos" en el mundo.
· A confiar en la vida y en la persona, vida conciente de sí misma.
· Sobre todo, a encontrar en la naturaleza nuestra propia Naturaleza.