El dispositivo podría emplearse para detectar metástasis en sus fases iniciales. Los ultrasonidos emitidos por una pequeña pieza de cerámica adherida a uno de los cantos del chip son la base de esta nueva
tecnología.Una investigación ha conseguido crear un microchip que detecta y extrae células tumorales de muestras extraídas del torrente sanguíneo.
De momento lo han probado sólo en 50 pacientes que se estaban tratando en Hospital General de Massachusetts, y cuyo diagnóstico ya había sido confirmado por las técnicas tradicionales (biopsias, pruebas de imagen y otros datos clínicos).
Como ellos mismos explican, hasta la fecha, analizar las células tumorales por técnicas como la inmunohistoquímica requiere cierta cantidad de tejido en buen estado, lo que limita el número de marcadores que se pueden observar con cada muestra, o bien obliga a rebiopsiar al paciente en ocasiones.
Un paciente con cáncer se somete a una sencilla biopsia con una aguja por aspiración fina. El oncólogo introduce el tejido que ha obtenido en una especie de chip portátil y, en una hora, el dispositivo arroja cierta información sobre el tumor, que va a guiar a partir de entonces las opciones de tratamiento.
El aparato emplea nanopartículas magnéticas como sensores para medir la concentración de ciertas proteínas tumorales.
Esa información llega directamente al oncólogo a través de un teléfono móvil inteligente que le permite obtener los resultados en apenas una hora.