LA PUERTA DEL SOL: Una Revolución Ética
La esencia del movimiento del que todas las agencias de noticias hacen eco y todos los corazones hacen eco, es un canto a los valores de la luz. Sol, Puerta del Sol, puerta del Cielo. Puerta. Una puerta es aquello que conduce a otra estancia o que impide pasar. Ahora la puerta está abierta. La hemos abierto nosotros. El Cielo es el lugar de la Ley con mayúscula, Ley como la correcta autoridad, la que está al servicio del bien para la mayoría. El Sol es en todas las tradiciones el símbolo del alma, entendida como sinónimo de grandeza y como ese nivel de la consciencia que permite saber y sentir que no estamos separados, que somos hermanos, que estamos destinados a encarnar la belleza, la paz, el amor. Compartimos el mismo Sol en el cielo, compartimos la misma maravillosa nave azul en la que viajamos a millones de Km por segundo surcando el firmamento y ahora sabemos que compartimos el mismo destino.
Unidad es lo que se respira en estos tiempos. Face Book, Twitter e Internet son el cauce, el río es la consciencia. Consciencia de que nosotros debemos construir el mundo que deseamos y consciencia de que podemos construirlo. ¿Cómo? Juntos.
Es la unión lo se respiraba en Tahir hace tres meses, cuando más allá de sus religiones los ciudadanos del Cairo clamaban pacíficamente por la libertad ante la opresión. Esa es la unión de este movimiento que es de los jóvenes y es de todos. A diferencia de otras manifestaciones, ahora se respira compañerismo, solidaridad, esperanza. A diferencia de otras manifestaciones no sólo está presente aquello contra lo cual uno se manifiesta, sino aquello por lo que uno se manifiesta: la regeneración de la democracia.
Viendo las imágenes de las distintas plazas de la geografía española llenas de ciudadanos reunidos con alegría, con convicción, contagiados por la fuerza que da la unión, resonaban en mi una y otra vez palabras grabadas a fuego en mi infancia: MI AUTORIDAD EMANA DE VOSOTROS Y ELLA CESA ANTE VUESTRA PRESENCIA SOBERANA, son palabras de Jose Artigas, el libertador de Uruguay. Eso es lo que pedimos de nuestros políticos, eso. Pedimos que sepan en todo momento que el poder es una hoja de doble filo, si se ejerce con consciencia, si se está al servicio del pueblo a quien se representa, si el pueblo sigue siendo el soberano, el poder es un instrumento maravilloso del bien. Si por el contrario se da la espalda a los dueños de la voz y se habla con palabras que no valen nada, si se traiciona la idea esencial, si se ejerce el poder para el beneficio personal, si se cae en la corrupción, la mentira, los encubrimientos, entonces, el poder debe cesar. Cesa porque el pueblo así lo declara.
La mayor cualidad de un gobernante es su estatura ética, sólo con políticos de gran talla moral sembraremos la paz y la abundancia que merecemos. Sólo si se consagran a altos ideales están a salvo de caer en la tentación que el poder siempre supone. El camino que tenemos por delante es largo, pero nada hay tan bello, tan real, tan válido como recorrer ese camino. Sólo si vivimos nosotros de acuerdo a las virtudes y los ideales que llevan a una sociedad de justicia, paz, libertad y hermandad elegiremos políticos dignos.
El poder está en nosotros, nosotros somos la presencia soberana y la Puerta del Sol atestigua que no lo hemos olvidado.
La Puerta del Sol está abierta.
Isabella Di Carlo – Autora de VALORES QUE CURAN – www.anahataediciones