Al Sueño de Mis Fantasmas
Me estás mirando.
Descansan mis fantasmas,
hipnotizados por el brillo
hermosamente triste de tus soles,
arrullados un instante por tu sonrisa
de perfecta asimetría.
Una hoguera de sentimientos nos consume,
pero la lluvia verde nos protege.
Y un mágico silencio comienza a envolvernos.
No digas nada, no.
Los ojos hablan mejor, no se equivocan.
La realidad de lo que siento supera
a la imaginación por vez primera.
Mi pecho está gritando que te quiero
y no se escucha, se fue ahogando
su voz en dolorosa alegría.
Desborda, desborda.
Una lágrima te alcanza el mensaje.
Me estás mirando.
¿Qué extrañas ondas
atan mis ojos a los tuyos?
Por favor, no apagues el Sol todavía.
Que sigan descansando mis fantasmas,
que sigan arrullados otro instante,
para no acabar con el hechizo,
para no pensar y sólo amarte.