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Manos de amor ¡Qué cercanas, qué lejanas, tu mano y mi mano juntas! Me enloquezco cuando siento que entre el amor de sus palmas una mano taladrada les separa los dos pulsos. -Ya se acercan, ya están juntas, como una flor con su tallo, tu mano y mi mano juntas! Quiero sentirles la sangre junta; ¡las vivas raíces juntas! ¡Ay! Todavía las separa el resplandor de una rosa con su ser, que es, como el tuyo, terrible, tierno, traslúcido! Toda la noche tu mano, convertida en una rosa, fue sangre de sueño y flor sobre el sueño de mi mano silenciosa
de Esther de Cáceres
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