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Cuando te domine un gran enojo, no contestes ninguna carta.
Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio.
Añorar el pasado es correr tras el viento.
Cuando el carro se haya roto muchos os dirán por donde no se debía pasar.
Si eres paciente en un momento de ira, escaparas a cien días de tristeza.
De lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso.
Es menos malo agitarse en la duda que descansar en el error.
Las preguntas no son nunca indiscretas. Las respuestas, a veces sí.
Las ideas no son responsables de lo que los hombres hacen de ellas.
Huye de los elogios pero trata de merecerlos.
Si la juventud es un defecto, es un defecto del que nos curamos demasiado pronto.
El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe adónde va.
Ganamos justicia más rápidamente si hacemos justicia a la parte contraria.
En la vida no hay premios ni castigos, sino consecuencias.
Deberíamos usar el pasado como trampolín y no como sofá.
Nota:
Un adagio es una frase corta pero memorable que contiene y expresa algún
elemento de conocimiento o experiencia importante, considerado
cierto por mucha gente, o que ha ganado cierta credibilidad
a través de su uso continuado.
D/A