Me dijo que me amaba demasiado; era una tromba azul, una borrasca, un vendaval haciéndose tornado, y el paisaje a su soplo era hojarasca.
Y yo me dejé amar. Era violenta, mas sin herir, colmena y catarata, fiera complicidad, pantera hambrienta,
que aún después de perdida me arrebata.
Vienes a mí
Percibo a tu llegada el cargamento de voluptuosidad que se aglomera presionando tu piel de dentro afuera, rompiendo en cada poro a cada intento.
Vienes a mí como desprendimiento de tierras tras la lluvia, o primavera reventando en vigor, o ágil pantera bajo el envite de su instinto hambriento.
Experta y aprendiz en los servicios de hembra sensual, desnuda de prejuicios, y al deslizarse tu albornoz, desnuda.
Asáltame, devórame, dirígime por tus veredas íntimas, y exígeme que una vez, y otra vez a ellas acuda.
te amare toda la vida - Javier Solis
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