Todos hemos tenido ratos de timidez.
Es una sensación de impotencia para actuar en presencia de otra persona.
Es un miedo crónico a hacer algo que procede de la falta de confianza en si mismo y en los demás.
El tímido no se presenta tal como es por medio a crear una opinión no favorable de su persona, la timidez consiste en el desdoblamiento del yo entre un actor y un observador, proyecta en los demás el concepto que el mismo tiene de él, está mirada se encuentra cargada de ironía y amenaza.
Algunos llegan a definir la timidez como la inseguridad provocada por la mirada. La timidez puede ser o proceder del miedo al fracaso.
La timidez es aquello que nos protege del posible rechazo por parte de otras personas u animales. Si, también se puede tener timidez hacia animales aunque eso ya es más difícil. La timidez tiene como objetivo evitar que se rían de nosotros o nos hagan daño.
Superar la timidez no es nada fácil y menos si ha formado parte de ti toda tu vida. Desde pequeño has ido forjando unas costumbres y actitudes acorde con tu timidez, si tu intención es dejar de ser tímido para siempre, en todos los aspectos, deberás cambiar todo tu estilo de vida, costumbres y actitudes.
El secreto aquí es que no hace falta, solo queremos desarrollar una actitud de liderazgo, asertiva, social… cuando nos convenga más a nosotros.
La timidez comienza cuando nuestra autoestima se ve resentida de algún modo, si queremos mejorar nuestra calidad de vida social y empezar con nuestra terapia de sociabilidad, deberemos subir nuestra autoestima, pues si creemos que no valemos o valemos poco, nos será difícil mejorar como persona y eliminar la timidez de nuestras vidas cuando no la queramos en ella.
Una autoestima sana es una persona que cree en sus posibilidades, que sabe que puede aprender a ser social.
Cualquier cualidad o habilidad humana se puede aprender, recordemos que un humano es igual a otro humano, no somos extraterrestres ni cada humano tiene super poderes, parece que esto a algunos se les olvida.