Poemas de amor,
de soledad, de esperanza
El hombre es lanza a punto de batalla, acomete o se rinde, elude o reta; lo llame la campana o la trompeta, tumba o laurel, es proyectil que estalla.
Me desgarra el silencio. No el que calla cuando no quiero hablar, sino el que agrieta mi coloquio de amante o de poeta cuando el alma derrumba su muralla.
Tal silencio es soldado en estampida que enfrentado a ciudad desprotegida malgasta la ocasión de la victoria.
Ven y háblame, mujer, que tengo abiertos alma y cuerpo a tu acecho, y mis desiertos esperan fecundarse de tu euforia.
Los Angeles, 24 de marzo de 2011
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