EL PERRO VIEJO
Hay quien dice que es historia
y hay quien afirma que es cuento,
cuento o historia yo estimo
que es un saludable ejemplo.
Señores este era un hombre
aficionado en extremo
a la caza, que tenía
en gran estima a su perro.
Y razón tenía el hombre
para estimarlo y quererlo
porque el perro era notable
como listo y como bueno.
Algunos grandes señores
entusiasmados con su mérito
hicieron proposiciones
ventajosas a su dueño,
pero éste que le tenía
también en un alto precio
no quiso venderlo nunca
por mucho que le ofrecieron.
Fueron pasando los años
y como el pícaro tiempo
no perdona en sus rigores
ni a los hombres ni a los perros.
Juan que se llamaba el hombre,
Canelo que era el perro,
se fueron quedando torpes
delicados y viejos
¡Qué demontres! exclamaba Juan
con humos muy negros
ahora que me hace mas falta
es cuando me sirve menos.
Ya tiene menos olfato
y se encuentra mas ciego,
en cuanto corre unas horas
vuelve a casa medio muerto
Ya ni poco ni mucho
hacía en el cazadero
Juan decidió deshacerse
de aquel animal molesto
sin recordar los servicios
que le prestó en otros tiempos.
Pero no encontrando a nadie
que quisiera un perro enfermo
decidió resueltamente
matarle por cualquier medio.
Pensó primero ponerle
en la comida un veneno
pero pensó que serían
muy grandes los sufrimientos
¡Darle un tiro! no tenía valor
para hacerle fuego.
Y dando vueltas a su plan
forma un proyecto:
llevarle al mar en un bote
y echarle sin piedad al fondo.
En efecto, hizo lo que se propuso
pero le ató mal al cuello
la piedra y esta se cae al fondo
y queda nadando el perro.
Juan al ver que se venía nadando el pobre a su encuentro
se puso desesperado
y por la cólera ciego,
trató de hundirle atontándole
a trastazos con el remo
no acertándole en la cabeza
y no dándole muy recio
pues siempre al lado del bote
seguía el pobre Canelo..
Redobló el hombre su furia
sacudió con tal esfuerzo
que perdiendo el equilibrio
cae al agua y, al momento
el perro viene nadando
para salvar a su dueño.
(Félix Villota Zapatero |