Permanece a mi lado, cuando se apague mi luz, y la sangre se arrastre y mis nervios se alteren con punzadas dolientes. Y el corazón enfermo y las ruedas del tiempo giren lentamente.
Permanece a mi lado, cuando a mi frágil cuerpo le atormenten dolores que alcanzan la verdad. Y el tiempo maniaco siga esparciendo el polvo. Y la vida furiosa siga arrojando llamas.
Permanece a mi lado, cuando vaya apagándome. Y puedas señalarme el final de mi lucha. Y el atardecer de los días eternos en el bajo y oscuro borde de la vida.