Cierro los ojos girando la cabeza hacia el cielo.
Extiendo los brazos en toda su longitud en un intento de
albergar en ellos toda la mágica sensación que me regala el Otoño con sus
aromas, colores, luces, sombras, matices. Energias todas ellas estimulantes
para mi.
A la par que sumerjo mis pies descalzos en aguas puras limpias,
frescas, cristalinas. Siento el perfume del viento aromatizando el
espacio
Y yo solo quiero deternerme en el tiempo a
escuchar
todos
los mágicos sonidos que me regala el silencio.
Alternativa
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