Año Nuevo
Sólo nos queda de los sueños el húmedo precipitarse del agua desde el aguamanil de los deseos a nuestras manos vacías. Parece que los años vividos nos desbordan cada vez que el calendario tañe y suenan, con voz sonora y antigua, los latidos de los viejos bronces que en nuestra infancia creaban las campanas. Sentimos en ese instante, con el eco de la música del tiempo, un escalofrío que nos encoge el alma. Pero sólo es un momento…
después viene la alegría y la esperanza.
*Fernando Sarriá,
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