Vulnerabilidad
Ése sentir suavecito como aleteo de mariposa a veces junto al huracán de lo cotidiano, de la crítica, de lo impensado.
Ése corazón que se abre a lo que verdaderamente le es importante, valioso, bello, pero sutil y que se siente amenazado ante la voz estridente, el “deber ser”…
En ocasiones el tierno brote de una mirada, tal y como el árbol comienza en un pequeño verdor que fácilmente puede ser dañado
Cuando estamos vulnerables y abiertos, tocamos y sentimos la vulnerabilidad del otro, sentimos con las entrañas, la entraña del otro… Nos hacemos entrañables por un instante eterno
Ligeras alas, sin aspavientos. En donde vivimos nuestra vergüenza, la falibilidad, transitoriedad, imperfección, lo disminuido, lo inacabado o lo que sentimos acabado, terminado, viejo, indefenso... En suma lo que está creciendo, desarrollándose, lo tierno, lo que inicia, o lo que parece ya sin esperanza en ésta aventura humana que hemos elegido desde un tiempo sin tiempo
Desde mi vulnerabilidad, ligeras alas; desde ésta imperfección que siempre empieza y siempre termina, saludo, honro y reconozco la tuya…
Bruno Díaz
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