¿Acaso no eres tu parte de la totalidad? ¿Por qué, pues, habrías de separarte viviendo una vida desordenada, caótica? En la medida en que llenas tu mente de pensamientos de belleza, y si dices y haces cosas bellas, te haces una con la hermosa totalidad que es Mi universo, y todo encaja a la perfección. En la medida en que cada individuo busque y encuentre esa paz y armonía internas, la paz y la armonía reinarán en el mundo. En alguna parte ha de empezar, ¿por qué no dejar, pues, que empiece en ti? Date cuenta de que si tú cumples tu parte puedes ayudar a traer paz y armonía al mundo. El gran océano está formado por muchas gotas de agua pequeñísimas, y la playa por innu- merables granos de arena minúsculos. Por tanto, cada individuo con paz en su interior puede llevar paz externa al mundo. ¿Por qué no cumples tu parte ahora? Eleva tu corazón y da eternas gracias porque sabes que tienes un papel que jugar; ¡adelante, desempéñalo!
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