La verdad es que existen cantidades de metas y objetivos que requieren trabajo duro — ¡Mucho trabajo duro! Estas metas, de hecho son las más interesantes y valiosas.
El problema no es que las metas sean difíciles. El problema es que, aparte del esfuerzo físico y mental (y quizás algo de esfuerzo emocional también), estamos agregando una dosis pesada de resistencia interna a dichas metas
Especialmente en forma de resistencia al proceso requerido para alcanzar la meta como tal.
Vemos el trabajo al frente nuestro y decimos “Ouch, es demasiado para mí”.
La Ley del Mínimo Esfuerzo no significa que debamos evitar ese tipo de retos. Por el contrario, trata de verlo como una invitación para dejar de resistirte al esfuerzo requerido en dichas tareas. Cuando dejas de resistirte aun reto, se convierte en uno mucho más fácil, debido a que ya no estás luchando contra ti mismo.
“Mínimo esfuerzo” significa “Dejar de agregar resistencia innecesaria al trabajo verdaderamente necesario”.