Para vivir intensamente la vida no debo hacer más que poner todo mi empeño en hacer realidad mis sueños… y luego dejar que la vida haga el resto y me traiga lo que ella considere mejor! Si, en cambio, me resisto a ello, lo único que obtendré es infelicidad, comparando todo aquello que deseo con lo que al final obtengo de ella! Acepto simplemente que mi Alma y la vida saben más de mí que yo mismo… y espero con ilusión todo lo que llega, sin resignación e intentando en todo momento sacar partido a lo que vivo a cada instante! Al fin y al cabo, no he logrado más que actuar como lo hace cualquier recién nacido… aunque hoy con plena consciencia de ello!
Miguel Benavent
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