Creo que esto es lo que me sucede y pienso. No tengo miedo de los cambios lentos, sólo tengo miedo de permanecer inmóvil. Lo importante es mantener el encanto y la sonrisa durante mi camino, el mundo no va a parar porque yo decida llorar. Siempre seguiré a mi corazón, pero no olvidare llevar mi cabeza conmigo. No voy a donde no me inviten. No me meteré en lo que no me importa. No hablare de lo que no sepa. Muchas veces, las personas no prestan atención a lo que hacemos, hasta que dejamos de hacerlo. No me enamore de los recuerdos, las cosas nunca serán igual. Podré cerrar mis ojos hacia las cosas que no quiero ver, pero no podré cerrar mi corazón a las cosas que no quiero sentir. La vida sería imposible si todo se recordase. El secreto está en saber elegir lo que debe olvidarse. La vida es como una pelea de boxeo; por más golpes que nos den, tenemos que seguir de pie. Por eso: No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo. A veces miro hacia atrás y me digo ese no es el camino que debo seguir, pues la vida continua, pase lo que pase.
D/A
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