Es eso que humedece los ojos del mundo, y
que el mundo se empeña en ocultar, es
eso que nos tragamos tantas veces por
soberbia, por orgullo, por demostrar fortaleza
y queda atorada en la garganta, apretada en
el corazón, comprimiéndonos todo...
Es tan profunda, que no sabemos con
certeza de donde nace, ni si podrá morir
alguna vez, a veces una lágrima: cicatriza
una herida, lava una pena y ablanda...
Una lágrima: es un recuerdo, una
angustia, una desesperación, una
interrogante. Una lágrima: puede ser a
veces el comienzo del perdón, la primera
luz de la rectificación que hace estrechar una mano...
Una lágrima: es a veces la gota mágica
que hace cambiar por dentro cuando tenemos
que pagar nuestra cuota de dolor, la lágrima
ayuda. Cuando la derramamos en el
corazón querido, o en la intimidad de la
amistad, la lágrima une, estrecha, funde...
La lágrima transforma, enseña, disuelve
los rencores, las espinas, las malas
yerbas que van creciendo en la amistad
e impidiendo acercarse, abrazarse, comprenderse.
La lágrima descubre, el que ingnora tus motivos, no te conoce...
La lágrima es un don...
|