
Los principales síntomas de la deshidratación son los siguientes: sensación de confusión y de fatiga, somnolencia, mayor riesgo de caídas, infección del tracto urinario, formación de cálculos renales, problemas dentales, trastornos broncopulmonares, estreñimiento, dolores de cabeza y migrañas.Síntomas como el cansancio injustificado, el dolor de cabeza o incluso el dolor de garganta precederían a la disminución de la atención. Los primeros signos físicos de una deshidratación moderada suelen ser la sequedad nasal y en la lengua. Otros síntomas pueden ser tener la piel fría, ausencia de lágrimas al llorar, además de menores cantidades de orina y ésta de un color
Siendo estos los síntomas, las causas serían las siguientes: la primera y principal es la poca ingesta de líquidos durante una enfermedad, los vómitos y las diarreas, un exceso de sudor por hacer ejercicio a altas temperaturas y orinar en exceso, algo habitual en casos de diabetes.
Un reciente estudio del Instituto de Ciencia, Tecnología de los Alimentos y Nutrición del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, y publicada en la revista «Nutrición Hospitalaria» en el que se incluye un decálogo para conseguir una hidratación adecuada.
1. Beber al menos entre 2 y 2,5 litros de líquido al día (agua, infusiones, zumos naturales, refrescos, sopas u otro tipo de bebidas) de forma variada y con moderación.
2. En el deportista, beber una cantidad adecuada de líquido dependiendo del ejercicio realizado y la duración (80-350 kcal/1.000 ml, de los que al menos 75%, hidratos de carbono simples, como la glucosa).
3. Para evitar la hiponatremia, los deportistas deben ingerir bebidas con las cantidades de sodio apropiadas (entre 460 y 1.150 mg/litro) entre 0,6 y 1,2 litros a la hora, en las actividades de larga duración.
4. La dieta diaria ha de estar equilibrada a través de una alta variedad de diferentes alimentos, pero en cantidades moderadas.
5· Consumo de entre 20 y 30 gramos al día de fibra (incluida en legumbres, cereales naturales y tres porciones de vegetales y otras tres de frutas).
6· Comer entre 4 y 6 comidas al día, en cantidades adecuadas y a horas apropiadas.
7· Alrededor de 420 minutos a la semana de actividad física entre moderada y fuerte en niños y adolescentes, y al menos tres días a la semana de actividad fuerte o muy intensa.
8· Al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana o 75 minutos de actividad intensa en personas adultas. Cada minuto cuenta y juega un papel muy importante en la salud.
9· Hacer descansos de 30 minutos cuando se está sentado para evitar consecuencias negativas en la salud asociadas a un sedentarismo prolongado.
10· De manera general, cada persona debe encontrar su propio balance energético para lograr su bienestar y un estado saludable a través de una nutrición adecuada, una apropiada hidratación y una actividad física que prevenga la inactividad.


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